La pelea entre bandas criminales por el control de la ordeña a ductos de Pemex en el corredor Salamanca-Irapuato, por el narcomenudeo en Guanajuato, San Miguel de Allende y León y por el dominio de las rutas para el trasiego de droga en los límites con Jalisco y Michoacán está ensangrentando a Guanajuato.
En los primeros cuatro meses de este año se registraron 459 víctimas de homicidio doloso, de acuerdo con el reporte más reciente del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP).
Tan sólo en abril se reportaron 133 víctimas de este delito, la cifra mensual más alta desde enero de 2014, cuando el Gobierno federal empezó a llevar un registro de víctimas de alto impacto.
Apenas el jueves, al menos seis personas fueron ejecutadas en el Estado, entre ellas el director de Seguridad Pública, Vialidad y Transporte de Apaseo El Grande, José de Jesús Salgado Martínez, quien fue acribillado afuera de su domicilio.
El miércoles, cuatro taxistas fueron asesinados a balazos y un ciudadano más resultó herido en San Miguel de Allende.
Los peritajes arrojaron que los conductores fueron citados a las 23:00 horas en la entrada al Fraccionamiento Villa de los Frailes, en la carretera a Celaya.
Cuando todos arribaron al lugar, fueron recibidos a balazos y asesinados a quemarropa en el interior de sus unidades. Las indagatorias apuntan al narcomenudeo.
La asociación Sanmiguelenses Unidos, integrada por mexicanos y extranjeros, ha denunciado a través de redes sociales un aumento en la violencia, principalmente por el enfrentamiento entre grupos armados en San Miguel de Allende.
En este destino turístico fue detenido en octubre de 2014 Héctor Beltrán Leyva, «El H».
Además, informes de Pemex refieren que Guanajuato encabeza en 2017 la ordeña de combustible mediante más de 400 tomas clandestinas halladas entre enero y abril en los ductos que van de la Refinería de Salamanca a la Terminal de Almacenamiento y Reparto (TAR) de Irapuato, los cuales transportan turbosina, diesel y diesel UBA.
De acuerdo con indagatorias federales, grupos criminales vinculados con Los Zetas y los Cárteles de Jalisco Nueva Generación y del Golfo se disputan el robo de hidrocarburo en Irapuato, Silao, Pénjamo y Salamanca, principalmente.
En esa región, el trasiego de drogas, principalmente de cocaína y metanfetaminas desde Sinaloa y Michoacán al norte, ha derivado en disputas sangrientas entre los grupos del crimen organizado por el control de las carreteras que conectan Guanajuato con Michoacán y Jalisco.
Fuente: Reforma