El analista Leo Zuckermann platicó con José Cardenas acerca de la entrevista donde Andrés Manuel López Obrador perdió el control y terminó sumamente enojado al ser cuestionado sobre el apoyo de Elba Esther Gordillo a la candidata de Morena al Estado de México, Delfina Gómez.
Consideró que las preguntas fueron las adecuadas pues es lo que la gente quiere saber, pero como siempre, sólo atiende las preguntas cuando son de los temas que quiere y como quiere «No, no, no, tú no me deberías de estar preguntando, tú me deberías de estar preguntando esto otro». Bueno, a ver, a ver, a ver, pues ¿cómo? Aquí el asunto es al revés, ¿no? Tú eres el periodista que pregunta, él es el político que tiene qué responder, indicó.
Añadió que: salió esta faceta de López Obrador que nos preocupa a muchos mexicanos: su faceta autoritaria, su faceta de decir: «Todo el que está conmigo es bueno, pero todo aquel que me cuestiona, ya ni siquiera el que está en contra mía, todo aquel que me cuestiona y me hace preguntas que me incomodan y que no me gustan, entonces son parte del otro grupo, parte de la mafia del poder, parte de los malos».
Estamos hablando, añadió, de un individuo que a su propio hermano le dijo «traidor». ¿Por qué? Porque su hermano se atrevió a apoyar al PRI en las pasadas elecciones de gobernador en Veracruz; y uno dice: «Bueno, caray, ¿cómo es posible que a tu propio hermano lo consideres un traidor por tener un pensamiento político diferente?».
Yo creo que eso es lo que nos preocupa a muchos de López Obrador, este talante autoritario que claramente, salió en esta entrevista
Este es el López Obrador después del 2006, después del desafuero.
Yo creo que la entrevista fue un error de López Obrador, supongo que se van a replicar y todo mundo va a decir: «Oye, pues es que ¿de verdad quieres a este tipo en la Presidencia, un tipo que le está diciendo al periodista qué preguntar, un tipo que le está diciendo que es parte, que parece de…?».