La alta participación marcó hoy la primera mitad de la jornada electoral de las presidenciales de Irán, en las que los ciudadanos votan divididos entre el actual mandatario, el moderado Hasan Rohaní, y el clérigo conservador Ebrahim Raisí.
A parte de los favoritos, hay otros dos candidatos en liza, los exministros Mostafa Mirsalim y Mostafa Hashemitaba, pero ninguno de los votantes consultados por Efe expresó su preferencia por ellos.
Las colas frente a los centros de votación, habilitados principalmente en escuelas y en sitios religiosos como mezquitas, fueron una constante desde primera hora y se espera que crezcan aún más al final de la jornada.
Más de 56 millones de iraníes están convocados a las urnas para elegir al futuro presidente y también a los representantes de los Consejo Municipales, aunque estos comicios levantan menos interés.
El primero en votar en un acto televisado fue el líder supremo, Alí Jameneí, quien calificó las elecciones de «sumamente importantes» porque «el destino del país está en manos del pueblo».
En la misma línea se pronunció Rohaní después de depositar su voto: «El pueblo determina su destino, el de sus hijos e incluso el de las próximas generaciones», subrayó.
Rohaní también afirmó que una alta participación «fortalece el poder nacional y la seguridad» y pidió a los ciudadanos ayudar «con unidad y empatía» al candidato que salga elegido.
Por su parte, Raisí instó a que «sea cual sea el resultado de las elecciones todo el mundo debe considerarlo legal», en referencia a las protestas reformistas de 2009 contra la reelección del conservador Mahmud Ahmadineyad, cuyos líderes en arresto domiciliario han llamado a votar a Rohaní.
Los votantes del actual presidente destacaron el mayor grado de libertad existente ahora en el país y el fin del aislamiento internacional de Irán gracias al acuerdo nuclear como principales motivos para confiarle un segundo mandato.
Ganbar Talab, una empleada de banco de 30 años, dijo a Efe en un centro de votación del barrio popular de Mojtari, en el sur de la capital, que quiere «para el futuro del país y para los jóvenes un ambiente exento de dificultades tanto a nivel cultural como económico», y que esto solo lo puede lograr Rohaní.
Los que optaron hoy por Raisí consideran que Rohaní no se ha preocupado de los problemas de las clases desfavorecidas y critican el desempeño económico de su Gobierno.
Fuente: Terra