Las elecciones en Coahuila del próximo 4 de junio renovarán la gubernatura del estado, el congreso y los 38 ayuntamientos. Esta elección, al igual que la del Estado de México, darán la oportunidad a Enrique Ochoa Reza de demostrar que su dirigencia en el Partido de la Revolución Institucional (PRI) no volverá a perder ninguna gubernatura.
Enrique Ochoa Reza, ex director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), asumió como presidente del PRI en julio del 2016 con las tareas de unir al partido, prepararlo para los próximos comicios en el 2017, y elegir al mejor candidato para el 2018.
Manlio Fabio Beltrones asumió la responsabilidad como presidente del tricolor después de las derrotas electorales del 2016. Ese año, el PRI perdió siete de las 12 gubernaturas que se disputaron, cuatro de ellas nunca habían conocido la alternancia (Veracruz, Tamaulipas, Durango y Quintana Roo).
En definitiva la elección del 2016 cimbró al PRI, un partido que seguramente no estará dispuesto a perder otra gubernatura más.
Pero la situación del PRI a nivel federal es complicada. A estas elecciones el partido del Presidente y el mismo titular del poder ejecutivo federal llegan con una disminuida popularidad debido a las no tan populares decisiones del mandatario que a pesar de que han sido apoyadas desde el interior del partido con la ayuda de Ochoa Reza no han dejado una buena impresión en la ciudadanía, pero sobre todo a los múltiples escándalos con los que se vincula al partido y al Presidente.
Sólo en Coahuila los señalamientos de actos de corrupción por parte de sus ex gobernadores. En esa entidad, los hermanos Humberto y Raúl Moreira, han sido señalados por el mal manejo que le han dado a las cuentas de deuda pública del estado, así como tratos con la delincuencia organizada. Humberto fue detenido en Madrid a principios de este año cuando se le vinculó con acusaciones de nexos con el crimen organizado. Poco tiempo después, fue liberado al no poderle fincar las pruebas correspondientes.
El 2.4% del electorado del país está en Coahuila, compuesto por una lista nominal de poco más de dos millones de electores. En estas elecciones se elegirá al próximo gobernador del estado, un puesto que no conoce otra bandera que no sea la del PRI. Se votarán también para renovar a los dirigentes de las 38 alcaldías que componen la entidad. En este apartado sí hay mucha más diversidad de colores, aunque el PRI sigue dominando con 28 municipalidades, el Partido Acción Nacional (PAN)tiene ocho, el Partido Verde Ecologista (PVEM) tiene una y la agrupación local Unidad Democrática de Coahuila (UDC) también tiene una. En el congreso local, el PRI también es amplio dominador con 16 escaños, seguido por el PAN con 4 y el PVEM, Nueva Alianza, el Partido Socialdemócrata Independiente, el Partido Primero Coahuila (PPC) y el UDC todos con una plaza. Los lugares en el congreso local, estará compuesto por 16 diputados elegidos a través del sufragio y nueve por el principio de representación proporcional (plurinominales).
Para estas elecciones de gobernador, los ciudadanos en Coahuila cuentan con la posibilidad de elegir entre siete candidatos. Dos de ellos agrupan coaliciones con partidos locales y también hay dos independientes.
Miguel Ángel Riquelme es el abanderado de la coalición compuesta por más partidos. Siete agrupaciones políticas entre los que se encuentran el PRI, el PVEM, Nueva Alianza, el Partido Socialdemócrata Independiente, el Partido Joven, el Partido de la Revolución Coahuilense y el Partido Campesino Popular. Ha sido diputado local y Alcalde de Torreón.
Guillermo Anaya Llamas es el representante de la otra coalición que busca gobernar Coahuila, compuesta por el PAN, el Partido Encuentro Social, el UDC y el PPC. Ha sido Diputado local y federal y alcalde de Torreón.
Mary Telma Guajardo es la candidata del PRD y la única mujer que busca la gubernatura del estado. Fue regidora de Saltillo, y diputada local y federal.
Armando Guadiana Tijerina es un empresario y político que junto con Morena busca arrebatar el control del estado al PRI. No cuenta con mucha experiencia política ya que sólo ha sido diputado local.
José Ángel Pérez Hernández es otro empresario y político coahuilense que militaba en las filas del PAN y busca ahora en con el Partido del Trabajo (PT) ser gobernador del estado. Ha sido diputado local y alcalde de Torreón.
Javier Guerrero García es uno de los dos independientes en esta contienda. Es un ex priista que ha sido diputado federal en cuatro ocasiones y Presidente municipal de San Pedro de las Colonia.
Luis Horacio Salinas Valdez es el otro independiente en la contienda. Es un empresario que quiere ser gobernador del estado que no tiene experiencia en la administración pública, pero cuenta con mucha experiencia en el sector privado.
La contienda se ha centrado entre el priista Miguel Riquelme (que es postulado por siete partidos) y el panista Guillermo Anaya (postulado por cuatro), que cuenta con más posibilidades de arrebatar el estado al PRI. En el 2016 la fórmula de poner candidatos que ya perdieron en el pasado le funcionó al PAN, que de ese modo ganó Aguascalientes, Chihuahua, Durango y Veracruz, e incluso en Quintana Roo y Tamaulipas, donde los actuales gobernadores no habían sido candidatos pero sí habían competido con fuerza por una candidatura. En 2017 la fórmula la están repitiendo en Coahuila con Guillermo Anaya.
En los últimos años se ha observado un incremento en las participaciones electorales, si así ocurre en el 2017 tendríamos porcentajes mayores al 60% en Coahuila, como ya se demostró hace seis años. A diferencia del Estado de México en las últimas tres elecciones estatales, la participación había superado al abstencionismo, aunque en 1999 y en el 2005 fue por un margen muy estrecho (51% y 53% de participación respectivamente). Aunque no se han alcanzado los niveles que se alcanzaron en 1993 (66% de participación).
Antes de las elecciones del 2016 parecía imposible que el PAN arrebatara cuatro estados al PRI. En esa oportunidad, los ciudadanos de siete entidades votaron por el PAN, incluso en estados donde nunca había gobernado otro partido que no fuera el PRI.
Esa alternancia dio un impulso extra al candidato de la coalición que lidera el PAN para repetir el arrebato. Junto con el Estado de México la tarea a la que se enfrentó el PRI es a la de conservar el estado, pero la competencia que sufre es férrea.
Existen posibilidades reales en los dos estados de que se cambie la batuta ejecutiva, aunque en el Estado de México la posibilidad es mayor que en Coahuila. En las últimas cuatro elecciones el PRI ha ganado sin ningún problema. Ni siquiera una coalición del PRD con el PAN estuvo lo suficientemente cerca para incomodar al partido del presidente. Aunque siendo justos, en las últimas tres elecciones, los votos que ha recibido el PAN han sido muy constantes.
Una encuesta dada a conocer el miércoles 24 de mayo por Leviatán, respaldado por el Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE), Anaya y Guerrero estarían arriba en la carrera con una ventaja para el panista si no se considera el margen de error de la encuesta (+/- 4.9%) con el que podríamos hablar de una amplia cercanía entre los dos candidatos. El resultado de la encuesta da 28.2% de intención de voto para el panista y 25.4 para el priista.
Se espera entonces una elección muy cerrada aunque la tendencia de voto en la entidad le da la ventaja al priista. Sin duda podemos ver un final de fotografía.
Fuente: El Economista
#EnContexto La mesa está puesta para que salgan con toda confianza a votar: INE