En los próximos días se hará oficial el incremento a las tarifas del transporte público concesionado en la Ciudad de México, pero de ninguna manera se busca perjudicar el bolsillo de los ciudadanos, aseguró Carlos Meneses, subsecretario de Transporte de la Secretaría de Movilidad (Semovi) del gobierno de la Ciudad de México.
Apuntó que, atendiendo la instrucción del jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera, la Secretaría se ha mantenido en constante comunicación con los diferentes líderes del transporte, «esto ha llevado a que busquemos un justo equilibrio en el transporte público concesionado, llamado colectivo, que es donde se va a incrementar».
En entrevista con José Cárdenas, Meneses Flores señaló que los servicios del Metro, Metrobús, M1, Tren Ligero y Trolebús no sufrirán alza en sus tarifas; mientras que los vehículos del transporte concesionado, como microbuses, vagonetas, autobuses y corredores concesionados sí.
En los últimos cuatro meses, dijo, la Semovi ha llevado a cabo negociaciones con los líderes del transporte, entre líderes cúpula, hasta los delegados y presidentes de las diferentes rutas.
El subsecretario de Transporte apuntó que el alza en los combustibles es la principal razón del incremento en las tarifas, «el alza de los hidrocarburos es lo que nos llevó a la petición, por parte de los transportistas, para subir la tarifa y, lo que es importante, es precisar que lo que se está buscando es garantizar el servicio».
En ese sentido, descartó que el gobierno de la Ciudad de México busque perjudicar el bolsillo de los capitalinos, «de ninguna manera vamos a buscar perjudicar el bolsillo de los ciudadanos y por eso es que estas mesas, han sido a lo largo de tantos meses, para buscar un punto medio en el que no se perjudique a la ciudadanía»
«Ellos han pedido incrementos que van de tres, cuatro, seis y hasta diez pesos, eso no se va a dar, por eso se está analizando, y se siguen estas mesas de trabajo con ellos», aclaró Meneses Flores.
Apuntó que, ante la instrucción de Mancera Espinosa, buscarán un punto de equilibrio en el que se garantice el servicio, sin afectar a los capitalinos.