Ese fue presuntamente el móvil del ataque contra el autobús en el que viajaban los jugadores del Borussia de Dortmund (BVB). Once días después, la fiscalía federal alemana ha informado de que hay un nuevo detenido, un hombre de 28 años ruso-alemán, que soñaba con hacerse millonario haciendo saltar por los aires a los jugadores del equipo alemán. De confirmarse esta información, quedaría descartado que se tratara de un atentado terrorista como barajaron en un principio los investigadores.
Marc Bartra, el español de 26 años que juega en el BVB resultó herido en la explosión y tuvo que ser operado en el brazo. Un policía que custodiaba el autobús también sufrió heridas en el oído. El acusado se alojó en el hotel de los jugadores el mismo día que ellos, ocupando una habitación en el piso superior.
Fuerzas especiales de la policía alemana irrumpían poco antes de las seis de la mañana en una vivienda en Rotteburgo del Néckar, al suroeste de Alemania. Allí detuvieron a Sergei W., al que se le acusa de intento de asesinato, querer atentar con explosivos y de causar lesiones graves. La Fiscalía detalla en un comunicado cómo el detenido compró el día del ataque 15.000 derechos de venta de acciones a futuro del BVB el 11 de abril de este año y planeaba especular con sofisticados instrumentos financieros, los llamados derivados, aprovechándose de un previsible desplome del precio de las acciones del club tras el atentado.
El sospechoso compró los derechos de venta a través de la dirección de IP del hotel L´Arrivée, el mismo en el que se alojaban los futbolistas y del que partieron minutos antes de las explosiones. El relato de la Fiscalía indica que Sergei W. habría contraído un crédito el 3 de abril pasado con el que financió la compra del derecho de venta a un precio determinado y en un plazo máximo fijado para el 17 de junio próximo. El crédito contraído ascendería a 40.000 euros, según publica Der Spiegel, que detalla también que la policía vigilaba al sospechoso desde hacía una semana. El sospechoso pensó que tras el ataque, el valor del club se desplomaría y él se enriquecería tras haber asegurado la venta de sus títulos a un precio fijado anteriormente. Cuanto más bajaran las acciones del BVB, más dinero ganaría el criminal, que tenía asegurado un cierto precio de venta de antemano. Según los cálculos del diario Bild, Sergei W. podría haberse embolsado unos 3,9 millones de euros.
Fuente: El País
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