El Senado de Estados Unidos confirmó hoy a Neil Gorsuch, el juez propuesto por el presidente, Donald Trump, como nuevo magistrado del Tribunal Supremo para cubrir la vacante que dejó la muerte de Antonin Scalia el año pasado.
Con más de 50 votos a favor, el Senado confirmó a Gorsuch por mayoría simple después de cambiar este jueves las normas de la Cámara Alta, que exigían una mayoría de 60 para este tipo de procedimientos.
El nuevo juez del Tribunal Supremo de Estados Unidos, Neil Gorsuch, se mostró durante meses inquebrantable ante los desafíos de los demócratas del Senado, no protagonizó ninguna salida de tono y, de hecho, se comprometió a frenar cualquier exceso del presidente, Donald Trump.
“El juez Gorsuch tiene excelentes habilidades legales, una mente brillante y una tremenda disciplina”, dijo Trump en la Casa Blanca el pasado 31 de enero, cuando nominó al juez para el alto tribunal.
El magistrado honró las palabras de Trump y, durante sus audiencias de escrutinio en el Senado, respondió pausadamente a todas las preguntas y no cedió ni un ápice ante los ataques de los legisladores demócratas, que le acusaron de favorecer a las grandes corporaciones y dejar de lado a los ciudadanos.
Para mostrar su simpatía por las empresas, los demócratas repitieron una y otra vez el caso de un camionero que en 2009 tuvo que parar su vehículo por un fallo en los frenos y, ante las bajas temperaturas, decidió desobedecer las órdenes de su supervisor y abandonar el camión, que no tenía calefacción y no arrancaba.
El camionero recurrió su despido por considerarlo improcedente, pero en agosto de 2016 Gorsuch falló en su contra desde el Tribunal de Apelaciones del Décimo Distrito, una instancia inmediatamente inferior al Supremo y en la que ha vestido la toga durante más de diez años.
“En mi tiempo en el puesto, siempre he tratado de dar el mismo tratamiento a los ricos y a los pobres”, se defendió Gorsuch.
El juez consiguió esquivar las preguntas más difíciles y evitó pronunciarse sobre al aborto, el matrimonio entre las personas del mismo sexo o la financiación de campañas políticas, cuya dinámica cambió en 2010 el Tribunal Supremo al permitir donaciones ilimitadas.
Los demócratas querían ver si Gorsuch tiene voluntad para oponerse a Trump, pues el Tribunal Supremo posiblemente tendrá la última palabra en algunos de los decretos del presidente, como el veto para prohibir temporalmente la entrada a EE.UU. de refugiados e inmigrantes, actualmente bloqueado por dos jueces.
Comenzó su carrera legal en la década de los 90, trabajó durante un año para el juez conservador del Tribunal Supremo Anthony Kennedy. Después, ayudó al expresidente George W. Bush en el Departamento de Justicia y acabó, en 2006, siendo nombrado por el exmandatario para la Corte de Apelaciones del Décimo Circuito.
Fuente: Noticieros Televisa