Será hasta el próximo domingo 23 de abril cuando concluya el operativo especial de Cuaresma, a través del cual se realizan inspecciones a establecimientos comerciales dedicados a la venta de pescados y mariscos. De acuerdo con datos de la Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios del Estado de México (Coprisem), como parte de este esquema realizan visitas de verificación y muestreo de pescados, mariscos, tanto en productos crudos como procesados, que posteriormente son analizadas, con el objetivo de determinar que estén libres de cualquier agente que pueda causar daño a la salud de los consumidores.
Para fortalecer las medidas preventivas durante este periodo vacacional, también son revisadas las condiciones higiénicas y sanitarias de los establecimientos, sus utensilios y equipo de trabajo, así como de la ropa de trabajo y personal, en casos específicos también podría brindarse orientación.
La recomendación a la población en general es que el consumo de estos productos se realice en comercios establecidos, de preferencia en aquellos que cuenten con aparatos de refrigeración, así como evitar adquirir alimentos con olor fétido, con colores y texturas distintas, si presentan viscosidad y sobretodo observar detenidamente el área de los ojos del pescado, ya que si los tienen hundidos y opacos es señal de un mal estado.
Comer pescado todo el año, es verdaderamente sano
Las diversas variedades de pescado que existen en el mercado contienen propiedades nutricionales que los convierten en productos indispensables en una dieta balanceada, que protege al corazón y al sistema circulatorio.
Aunque su consumo en México suele ser más frecuente en época de Cuaresma, los especialistas recomiendan consumirlo todo el año, pues contiene los aminoácidos esenciales para el desarrollo, crecimiento y mantenimiento del organismo.
Aumentar su ingesta tiene sus ventajas, pues proporciona grasas saludables como Omega 3, un componente estructural del cerebro y de la retina ocular, y ayuda a proteger el corazón y el sistema circulatorio.
Además, son fuente de vitaminas A, D, E B1, B2, B3, B12 y minerales como calcio, fósforo, hierro, potasio, sodio, selenio, magnesio y yodo.
Sus propiedades nutritivas, proporcionan otros beneficios como efectos antiinflamatorios, favorece el tono y desarrollo muscular, ayuda a la agilidad mental.
El contenido calórico suele ser bajo, no obstante, suele incrementarse dependiendo de la forma de cocinarlo, por ejemplo si se prepara frito o rebozado las calorías aumentarán, pero si se cuece al horno, a la plancha o al vapor su aporte energético no variará demasiado.
Su composición proteica y su bajo contenido graso, hacen de los pescados un alimento de fácil digestión, siempre y cuando en su elaboración no se añada mucha grasa y condimentos irritantes.
En México, la oferta de cada temporada, además de ser amplia y variada, incluye especies económicas y ricas en Omega 3 como trucha, jurel, peto, bonito, sardina, atún, sierra y macarela.
A través de la Revista del Consumidor, la Profeco exhorta a la población estar alerta de la calidad de estos productos, pues suelen descomponerse con facilidad y rapidez si no se encuentra en las condiciones necesarias de higiene y conservación.
Se sugiere adquirirlo de preferencia el día que se le va a preparar, mantenerlo refrigerado o congelado hasta el momento en el que se vaya a cocinar.
Cualquier tipo de pescado se mantiene fresco de cuatro a cinco días refrigerados; y congelados varios meses; pero si desprenden olor a amoniaco está en estado de descomposición.
Además, se recomienda que sea de los últimos productos que se elijan en las compras en el súper mercado para conservar la cadena de frío y si se adquiere empaquetado, es importante revisar la fecha de caducidad.
Fuente: Staff