A la gente le importan las banderas cuando les sirven para identificarse, cuando sienten que les confieren un lugar en el mundo. En la historia de la lucha por derechos civiles tiene su capítulo reservado Gilbert Baker, el creador de la bandera arcoíris en el símbolo global de la comunidad LGTB —antes de que se le llamara así. Gilbert, artista y activista, ha muerto a los 65 años. “Mi amigo más querido se ha ido. Clive Baker dio al mundo la bandera arcoíris, a mí me dio 40 años de amor y amistad”, dijo este viernes Cleve Jones en Twitter. Algunos amigos del artista, citados por The San Francisco Chronicle, señalaron que se le apagó la vida el jueves por la noche en Nueva York, mientras dormía, aunque oficialmente no se han detallado las circunstancias ni el lugar.
El sitio donde su nombre está grabado a fuego es, en cualquier caso, es el barrio de Castro de San Francisco, donde hace cuatro décadas empezó a cambiar la historia de la mano de su amigo Harvey Milk y donde esta noche se convocó una vigilia en su memoria. Allí, en la plaza principal, sobre un enorme mástil, ondea desde hace años una bandera de colores que reivindica a la comunidad gay.
La primera vez que se utilizó el arcoíris como emblema gay fue en 1978. Milk siempre decía lo importante que era ser visibles, reivindicar algo tan sencillo como su existencia, una carta de naturaleza, así que llegaron a la conclusión de que necesitaban un estandarte. “Una bandera cumplía con esa misión porque es una forma de proclamar tu visibilidad, o de decir: ‘¡Este soy yo!”, explicaba Baker en una entrevista con el Moma de hace dos años, cuando el museo se hizo con la bandera original.
La estrenaron en la marcha del 25 de junio de aquel año en San Francisco. Cinco meses después, el concejal Harvey Milk, el primer cargo público abiertamente homosexual, murió asesinado junto al alcalde de entonces. Baker siguió después dedicado a la creación de banderas y, por supuesto, también al activismo LGTB.
Había nacido en 1951 en Kansas y servido en el Ejército entre 1970 y 1972, lo que le llevó a recalar en San Francisco justo cuando el movimiento de liberación gay empezaba a tomar cuerpo, según explica en su biografía. Su historia como soldado es una de las recogidas en el libro Conduct Unbecoming (Conducta impropia), de Randy Shilts, sobre homosexuales y lesbianas militares en Estados Unidos. Baker se licenció con honores, dice su perfil, se instaló en la ciudad californiana y aprendió a coser banderas.
La que le convirtió en una celebridad cumplirá su 40 aniversario el próximo año, 2018. Baker ya no lo verá. Jones, el amigo que anunció su muerte, publicó en Twitter una foto del artista junto al expresidente Barack Obama. También tiene otras con el exalcalde de Nueva York, Michael Bloomberg. Luego convocó a la gente a rendir homenaje al artista en Castro. También tuvo que responder a algún ataque.
Fuente: El País