El Masters 1000 de Miami se cerró con un partidazo. Roger Federer, cuarto favorito, y Rafael Nadal, quinto, se encontraron en la misma cancha en la que chocaron por primera vez hace ya trece años. El suizo consiguió su tercer título en Key Biscayne y el 26° en un Masters, mientras que el español sigue zapatero en Miami después de cinco finales. Fue 6-3 y 6-4 para Roger, que se llevó así su cuarta victoria consecutiva en el gran clásico del tenis y empieza a mirar bien de cerca la cima del ranking mundial.
Los dos buscaron desde el principio el desequilibrio en el partido. Pero más allá de que contaron con buenas chances para quebrar el servicio rival, ninguno de los dos consiguió aprovechar sus oportunidades. Hasta que en el octavo game Roger consiguió, en su tercer break point del game, pasar adelante. Ya con su servicio, cerró con autoridad para dejar la chapa en 6-3.
Nadal intentaba variantes tácticas para que no se repitiera la historia de sus últimos tres enfrentamientos contra Federer, todos con derrota. Buscaba atacar más sobre la derecha del suizo y no cargar tanto el juego sobre el revés como en anteriores ocasiones. Pero en ese comienzo, tampoco esta estrategia le daba dividendos.
Ya en el segundo set, el español trató de volver a la receta que solía darle dividendos, con pelotas altas al revés de su rival. Pero el suizo siguió martillando sin problemas y haciéndole entender que esta vez ese no era el camino.
Estuvo cerca Federer de forzar un nuevo desequilibrio en el séptimo game, cuando dispuso de dos break points que Nadal levantó en una nueva muestra de coraje. En la necesidad de forzar el error del rival, los dos se mostraban más erráticos de lo habitual. Y al mismo tiempo, ofrecían algunos tiros de altísimo nivel.
Y en el noveno juego apareció una nueva chance de quiebre. Esta vez Roger no perdonó: se la jugó a fondo con su revés y generó un error de Rafa. Iba a sacar para partido. Y después de algún sacudón, un tiro largo del español le dio una nueva consagración. Federer, renacido este año y al nivel de sus mejores tiempos, volvía a festejar.
El historial entre ambos ahora está a favor de Nadal por 23-14. Pero Federer lleva cuatro victorias consecutivas: Basilea, Australia, Indian Wells y ahora Miami, el que sigue siendo un torneo prohibido para el español. Además Roger se llevó un premio extra: ascenderá al cuarto puesto del ranking ATP.
Fuente: Clarín