En los cuatro estados donde el 4 de junio se renovarán gubernaturas y municipios, los partidos políticos llegan a las campañas electorales entre el descrédito y el cruce de acusaciones de corrupción, compra del voto y uso de programas sociales con fines comiciales. También existen denuncias de imposición de candidatos e impugnaciones de procesos internos.
La joya de la corona es el gobierno del estado de México, en donde la administración federal del presidente Enrique Peña Nieto se ha volcado en busca de que el PRI mantenga el control sobre la entidad.
Además de la mexiquense, en esta ocasión se renovarán las gubernaturas de Nayarit y Coahuila, así como 270 ayuntamientos, 34 diputaciones de mayoría relativa y 21 de representación proporcional, según datos del Instituto Nacional Electoral (INE).
Al dar inicio el lunes la campaña en el estado de México, Morena aparece como el partido con el mayor crecimiento en preferencias electorales en los meses recientes, lo que ubica a Delfina Gómez, su candidata a gobernadora, en empate técnico con la panista Josefina Vázquez Mota y el priista Alfredo del Mazo.
El que los tres aspirantes tengan porcentajes similares de intención de voto obligó al tricolor a reforzar su precampaña con giras del gobernador Eruviel Ávila y recurrentes visitas de los secretarios de Estado a la entidad, con el fin de entregar programas sociales. En dicha estrategia también fue incluida la esposa del presidente Enrique Peña Nieto.
Durante sus recorridos por el territorio mexiquense, los funcionarios federales han hecho compromisos de vivienda y entregado certificados de salud y actas de nacimiento. Tal despliegue fue impugnado por la oposición, que además denunció que esta es una elección de Estado. Todo ello mientras los partidos cruzan acusaciones de corrupción y de tener vínculos con el narcotráfico.
En contraste con el crecimiento del partido de Andrés Manuel López Obrador, el PRD registró una caída electoral, en medio de la confrontación interna que generó la supuesta imposición de Juan Zepeda como candidato al gobierno mexiquense, la revelación de que la presidenta del partido es propietaria de un lujoso departamento en Miami y la fractura de la bancada en el Senado tras el apoyo que un grupo de legisladores, encabezados por Miguel Barbosa, externaron al presidente de Morena.
No obstante, para el secretario de organización del PRD, Camerino Eleazar Márquez, las expectativas para el partido son de crecimiento, porque los escándalos sólo son parte de una campaña mediática, estimó.
Aseguró que en el estado de México su partido entrará en la disputa, y que en Nayarit particularmente tienen posibilidad de alcanzar el triunfo, en alianza con el PAN, con Antonio Echavarría como su abanderado a la gubernatura. Además de que en Coahuila, con Thelma Guajardo, como candidata, tienen posibilidad de garantizar el registro del partido, con un mínimo de 5 por ciento de votación.
En sus expectativas, el PAN afirmó que tiene posibilidades de ganar las tres gubernaturas además de lograr un avance en el número de municipios que puede gobernar en Veracruz.
Aunque los grupos interesados en la elección presidencial de 2018 mantienen sus diferencias, han decidido trabajar unidos en los comicios estatales del presente año. De ahí que Margarita Zavala y Rafael Moreno Valle, aspirante a Los Pinos, están haciendo acto de presencia en los actos organizados por los candidatos a las gubernaturas.
Fuente: La Jornada