La celda de 3.70 por 2.70 metros que hoy habita Javier Duarte no tiene nada que ver con la suite, cuyo valor es de al menos 300 mil dólares, que hace 5 meses “le prestó” un empresario y por la que pagaba 250 dólares al día, en el hotel Riviera de Atitlán, donde el sábado en la noche fue detenido.
El exgobernador de Veracruz fue detenido la noche del sábado por elementos de la Policía Nacional Civil de Guatemala, al salir del lujoso apartamento en Panajachel, Guatemala.
Ahora duerme en una plancha de concreto en el cuartel Matamoros, donde está como prisionero de máxima seguridad y vigilado las 24 horas. Al momento de la captura se hizo llamar Javier Ocampo, aseguró que se encontraba en viaje turístico, pero los agentes tenían muy claro el objetivo que habían seguido por casi seis meses.
“Se le habló por su nombre completo y ya con fotografías y, a razón de dos a tres minutos, finalmente aceptó ser Javier Duarte de Ochoa”, narró a El Financiero Stu Velasco, subdirector de Investigación Criminal de la Policía Nacional Civil de Guatemala.
Dijo que fue entonces cuando se le notificó de la orden de detención provisional con fines de extradición. El mundo se le vino abajo al antes poderoso gobernador… la fuga había terminado.
“Se derrumba, le impacta mucho la noticia; baja la mirada y se pone nervioso”, describió Velasco, agente que encabezó a los 20 que participaron en las pesquisas.
Duarte tiene una orden de aprehensión desde el 14 de octubre de 2016, dentro de la causa penal 97/2016, en la que se documenta cómo, a través de empresas fantasma, tejió una red de corrupción para saquear al menos 35 mil millones de pesos del erario de Veracruz, con los que compró propiedades en México y el extranjero.
Dos días antes de que la PGR obtuviera dicha orden, el exmandatario pidió licencia al cargo de gobernador y huyó al saber de una acusación en su contra por delincuencia organizada y lavado de dinero. Entonces eligió a Guatemala como su refugio.
Fuente: El Financiero
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3 comentarios
Reflexión, con la caída de los 2 Exgobernadores de Tamaulipas y Veracruz, no será suficiente para que los «pejezombies», dejen de atacar a EPN, con el clásico argumento, primero que los dejaron ir para cubrirles su tropelías, para que no los enlodaran en la corrupción, que hay muchos involucrados (solos es difícil que hagan todas las operaciones, como dice el dicho «dios no me des solo ponme donde pueda agarrar», ese es el lema de todos los políticos sin excepción ), ahora que los agarran, nadie les cree porque todo fue un montaje para efecto de las elecciones, presentes y futuras, o sea, nunca se les dará una satisfacción, porque con eso, sus delitos pasan a segundo término, como es el caso de Padres del PAN, López Obrador con lo de Abarca y Ángel Rivera de Guerrero y Ebrad de la CDMX con lo del Metro; y Alejandra Barrales con lo de la Defraudación con las becas a la UCDM, con lo que se compro su condominio en Florida, y si le seguimos rascando llegaremos al centro de la tierra, porque «todos» tienen antecedentes penales, solo hay que ver quien dirige los medios y a quien atacan para ver quien es el «elegido y favorito» de esta mafia.
Ahí se ve cada vez más claro la mano negra del gobierno, al sólo existir órdenes de aprehensión contra Javier Duarte. Muy seguro han de haber negociado en lo oscurito la aprehensión de Duarte a cambio de no tocar a la esposa o cualquier otro familiar de este, entre otras cosas. Poco a poco nos estaremos enterando de que esto es cierto y hasta qué niveles estarán tocando.
Tanto esta nota, como la de no persecución en contra de la esposa, hacen suponer que, no obstante el lugar en donde está detenido, la entrega fue «negociada» .