Carlos Salomón Villuendas Adame, quien la madrugada del viernes impactó su auto en Paseo de la Reforma y mató a sus acompañantes, ingirió “alcohol y sustancias recreativas”, pero de acuerdo con el expediente del caso se desconoce la cantidad, pues cuando lo llevaron a la Cruz Roja se negó a las pruebas de sangre y orina. Eduardo Gómez, defensor de Villuendas Adame, aseveró que “no se le hicieron las pruebas, porque así lo solicitó su defensor de oficio”.
Ayer, la juez Gloria Hernández Franco le dictó prisión preventiva, y luego de la audiencia en el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México (TSJDF) fue trasladado al Reclusorio Norte donde continuará su proceso, hasta que se realice otra audiencia el 7 de abril. El defensor privado de las víctimas y el Ministerio Público se enfrentaron con Eduardo Gómez, quien pedía que el joven llevara un proceso en libertad.
El asesor jurídico privado de las familias de las víctimas, Juan Gálvez, insistió en que Villuendas dio información contradictoria sobre su lugar de residencia y ocupación, en sus primeras declaraciones, por lo que no podía confiar en su palabra y debía enfrentar su proceso legal en prisión preventiva justificada
El 1 de abril el implicado dijo que desde hace 27 años vivía en Prolongación Uxmal y después mencionó su domicilio en Morelos.
El MP expuso que el sujeto no enfrentará el proceso en libertad pues “se debe dar protección a la sociedad y a las familias de las víctimas”. Gálvez planteó que Villuendas Adame al conducir en estado etílico, más alta velocidad, sabía la posibilidad de un resultado trágico, y aseguró que no es falta de previsión, sino de: “acepto la contingencia de que pueda pasar y no me importa”. Durante toda la audiencia, el implicado estuvo recargado en la mesa y aparentaba dormitar.
Fuente: Excélsior