Después de su agónico triunfo en el Bernabéu, el cuadro azulgrana despachó con comodidad a Osasuna. Como en la visita del Barça a Chamartín, Messi volvió a despertar a un equipo inédito, muy prudente, demasiado pendiente de lo que pudiera hacer el 10.

En cualquier caso, el Barcelona no tuvo problemas para golear al cuadro rojillo en el Camp Nou (7-1). Messi marcó por duplicado, también André Gomes y Alcácer, al marcador se sumó Mascherano, de penalti. Para Osasuna firmó el 2-1 transitorio, Roberto Torres de falta directa.

Fue tan relajado el partido para el Barça, que hasta se dio el lujo de que Mascherano marcara su primer gol como azulgrana. Estaba con ganas el 14, que ya había mandado una pelota al palo y que tuvo su premio desde 11 metros. Luis Enrique volvió a 3-4-3 y dibujó una alineación con seis cambios respecto del equipo que venció al Madrid. Demasiadas variantes para un conjunto al que le cuesta mirar al banquillo.

Le faltaba continuidad al juego del Barça, solo espoleado cuando la pelota le llegaba a Messi. El 10 celebró sus 500 goles frente a su afición con un doblete, ya lleva 33 dianas en la Liga, 49 en toda la temporada. El Barça quiere aferrarse a la punta de la tabla, que comparte con el Madrid. No se olvida, sin embargo, que el conjunto de Zidane tiene un partido pendiente.

Fuente: El País