«El último reporte son 234 personas fallecidas, 202 heridos, 220 desaparecidos, 300 familias afectadas, 17 barrios con mayores afectaciones y 25 viviendas totalmente destruidas”, dijo César Urueña, director de Socorro de la Cruz Roja Colombiana (CRC), sobre la tragedia ocurrida la noche del viernes en el selvático municipio de Mocoa.
«Nuestros corazones están con las familias de las víctimas y afectados por esta tragedia. No vamos a desfallecer en su atención”, tuiteó el presidente Juan Manuel Santos, quien lidera en la zona las labores de rescate tras la avalancha generada por el desbordamiento de los ríos Mocoa, Mulato y Sangoyaco, en Putumayo, en plena Amazonía.
Calles cubiertas de lodo, soldados cargando niños entre escombros, piedras y ramas, gente llorando en medio de casas y vehículos destrozados: las imágenes son impactantes.
Mocoa, de unos 40 mil habitantes, seguía sin energía eléctrica y sin agua corriente, servicios que el gobierno intentaba restablecer. Carrotanques, tanques y plantas potabilizadoras ya fueron enviadas a la zona.
«Hay mucha gente en las calles, mucha gente damnificada, muchas casas caídas”, dijo Hernando Rodríguez, un pensionado de 69 años. “Apenas nos estamos dando cuenta de lo que nos pasó”, añadió.
En la noche del viernes llovió 130 mililitros, 30% de lo que cae en un mes en Mocoa, según explicó Santos. “Eso precipitó una creciente subida de varios ríos (…) y eso produjo una avalancha”, afirmó, antes de declarar la “calamidad pública” para “agilizar” las operaciones de rescate y ayuda.
«Estamos en peligro de muerte, el agua ya llega a la mitad de la casa”, contó con voz entrecortada una mujer identificada como Laura Montoya, quien llamó a la línea de urgencias, según publicó la Presidencia en su sitio web.
El meteorólogo Diego Suárez, del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia (Ideam), señaló a Caracol Radio que la entidad prevé “precipitaciones menos intensas” y que para hoy y el lunes “irán descendiendo paulatinamente “. Según el bombero David Silva, los establecimientos comerciales están cerrados “por temor” a asaltos.
Fuente: El Pueblo