El Festival Vive Latino cumplió la mayoría de edad con una propuesta de reminiscencias a los noventa y como plataforma para llamar a la unión entre los mexicanos a través de la música.

Los Fabulosos Cadillacs fueron los que coronaron el primer día de actividades con un show enérgico en el que despertaron a las masas, mientras que Jarabe de Palo, como una de las bandas más esperadas, dio un mensaje de vida por parte de Pau Donés, quien recientemente anunció que padece cáncer.

“Vivir es lo urgente”, dijo el vocalista en la conferencia de prensa que ofreció previo a salir al escenario secundario titulado Indio Pilsner, donde comenzó su show con “Bonito”.

“Grita”, “Depende”, “Déjame vivir” y “Humo” fueron las canciones que continuaron en el repertorio, para proseguir con temas emblemáticos de su carrera como “Agua” y “La flaca”.

Antes, Jake Bugg realizó un concierto minimalista, donde su mejor acompañante fue su guitarra. El cantante británico con tan solo 22 años de edad debutó en este encuentro musical con su folk tradicional que trae en las venas y fue expuesto a concesión de los escuchas, en su mayoría jóvenes, que prefirieron verlo en lugar de Los Caligaris, grupo que llamó a la unidad.

El particular ska de Inspector también se vivió en esta edición. La agrupación comandada por Big Javi realizó un show en el que convocó a generaciones noventeras provocando la nostalgia de quienes se dieron cita en el escenario principal.

Fueron sus mayores éxitos los que se ejecutaron y especialmente “Amargo adiós” fue cantado a todo pulmón en un ambiente de emotiva fiesta.

“Tenemos problemas, pero somos mexicanos y sabemos cómo poner la frente en alto”, destacó el cantante en la recta final de su presentación donde fueron ovacionados.

En el mismo tono, Doctor Krápula se pronunció contra cualquier división entre países. La agrupación colombiana comenzó su concierto hablando sobre la unión entre latinoamericanos, y con la canción “Exigimos”, el vocalista Mario Muñoz destacó “no queremos murallas”.

Minutos después, La Tremenda Korte daba una presentación emotiva donde se invitó a un integrante de Los Auténticos Decadantes para improvisar con ellos y para que el slam se hiciera presente en medio del conglomerado de asistentes.

Hay quienes recordarán la edición 18 del Vive Latino para toda la vida, como quienes eligieron el festival para realizarse un tatuaje, actividad que llegó con Vans en alianza con el estudio Black Flag. La marca regaló 30 tatuajes a una sola tinta y no mayores a 10 centímetros. Entre los diseños a elegir destacaron flores y calaveras, pero quien se atrevió a tatuarse algo alusivo a Vans ganaba producto por todo un año.

No todo fue música en el Vive, hay quienes guardaron su energía para las bandas estelares y por la tarde se entregaron al cine en la carpa Ambulante. Ahí se proyectaron documentales musicales entre los que destacaron PAAX y Oasis: Supersonic, cinta que registró buena convocatoria: 160 personas.

DISFRUTAN LA FIESTA CON SEGURIDAD

Meterse a los remolinos humanos que se armaron con la fiesta de Los Caligaris, el rock regio con Kinky y el romanceo con Jarabe de Palo, fue posible en el Vive Latino sin temor a ser “bolseados” en el intento.

Debido a reportes de años anteriores, donde varios sujetos aprovecharon las aglomeraciones para robar, este año el festival tomó medidas y dispuso varios módulos donde regalaron bolsas de tela con cierre para meter celulares o pertenencias valiosas y ocultarlos bajo la ropa.

También se pidió que cualquier situación sospechosa fuera reportada al personal de seguridad.

Para proteger a las personas que asistieron a disfrutar de la fiesta musical y de atracciones como la Carpa Ambulante, la zona de tatuajes, la zona familiar y los diversos stands que se montaron, el festival contó con 538 policías auxiliares, 7 ambulancias, 70 antimotines, 56 paramédicos, 20 doctores, 10 ambulancias, 5 carpas médicas y 790 Lobos (seguridad privada).

AMBIENTE PARA TODA LA FAMILIA

Áreas especiales para personas con capacidades diferentes, rampas para sillas de ruedas y área de atracciones para niños fueron la constante en este encuentro musical.

Gilberto llevó a su hijo Rodrigo gracias a que los organizadores prepararon una zona especial llamada El Parque.

CLAVES

EL COLOR

El festival Vive Latino convocó a varias generaciones que disfrutaron de cinco escenarios, una carpa de stand up, una zona gastronómica y también se asentó el tradicional tianguis cultural del Chopo.

Frente a un sol radiante, las personas comenzaron a llegar desde las 2 de la tarde, acompañados de amigos dispuestos a rockear por las inmediaciones de cada lugar, pero antes muchos prefirieron comprar playeras o gorras, o bien, se hidrataban con agua o cerveza.

En varios stands, las camisetas costaban 150 pesos, aunque en un outlet de Ocesa se podía adquirir mercancía por 50 pesos. También algunos pósters y discos de quienes tocaban fueron elegidos por los fans.

Fuente: Milenio