POR LA ESPIRAL
Claudia Luna Palencia
A principio del mes de marzo, la Comisión Europea presentó a los europarlamentarios “El Libro Blanco sobre el Futuro de Europa”, el documento es la respuesta teórica a la nueva etapa (ya sin Reino Unido) y considerando además el descontento acumulado en la última década por diversos grupos políticos y de ciudadanos que culpan de todos los males socioeconómicos al carnet de socio del euroclub.
El año 2017 está siendo significativamente crucial para lubricar las manifestaciones antieuropeístas, xenófobas y eurófobas. Políticamente hablando la llegada al poder de grupos con visiones extremistas son, sin lugar a dudas, otra de las crecientes amenazas para la viabilidad de la UE.
Las elecciones en Holanda (del 15 de marzo) apuntan a un triunfo de la extrema derecha con Geert Wilders al frente lo que implica sumar más reproches y exigirle a la UE medidas más férreas contra la inmigración y la ilegalidad; en Francia, diversos sondeos demoscópicos ubican a Marine Le Pen , candidata del Frente Nacional como ganadora de la primera vuelta para las presidenciales que será celebrada el próximo 23 de abril.
Le Pen prácticamente se ha calcado el discurso populista y revoltoso del empresario Donald Trump, ganador de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, ella enciende la llama del nacionalismo que aplaude salidas como la del Brexit; de hecho, el Frexit que hipotéticamente sería convocado en caso de que ella ganase, implicaría cercenar de tajo la UE.
Otra cita contundente son las elecciones para renovar parte del Parlamento germano, el Bundenstag, y así nombrar nuevo canciller. Angela Merkel, que actualmente ocupa dicho cargo, está contendiendo por su cuarto período consecutivo.
La fecha esencial del mes de septiembre lleva en sí misma una nube brumosa nadie tiene la certeza de que Merkel, pieza clave en la estabilidad de la UE, logrará reelegirse.
Con tales rémoras políticas, el Libro Blanco nace como una hoja de ruta para que entre todos sus países miembros elijan qué tipo de Unión pretenden conseguir después de 2025.
Y para eso se plantean cinco escenarios: 1) Seguir igual. Significa que la UE de los 27 se centra en cumplir su programa de reformas positivas a fin de preservar la unidad; no obstante, puede verse cuestionada en caso de conflictos importantes.
Escenario 2) Conservar solo el mercado único lo que implica que la UE no logra ponerse de acuerdo para hacer más en numerosos ámbitos de actuación más allá de los aspectos del mercado único; la toma de decisiones puede ser más fácil de entender si bien “los derechos de los ciudadanos garantizados por el Derecho de la Unión pueden verse limitados con el tiempo”.
Escenario 3) Los que desean hacer más, hacen más. La UE sigue funcionando como en la actualidad pero permite a los Estados miembros que lo deseen una mayor colaboración en ámbitos específicos; se preserva la unidad al tiempo que se permite avanzar a los que lo deseen.
Escenario 4) Hacer menos pero de forma más eficiente. La UE se centra en aumentar y acelerar los logros en los ámbitos prioritarios y en no intervenir cuando se constate que no aporta valor añadido; los ciudadanos europeos estiman que la UE solo actúa en los ámbitos en los que aporta verdadero valor añadido.
Escenario 5) Hacer mucho más conjuntamente. Los Estados miembros deciden hacer mucho más conjuntamente en todos los ámbitos políticos lo que aumenta y agiliza significativamente la toma de decisiones a nivel de la UE; los ciudadanos tienen más derechos en virtud del Derecho de la UE.
A COLACIÓN
Además de estos cinco modelos propuestos como nuevo sendero, también la Comisión Europea abrirá un debate en los próximos meses para discutir acerca del desarrollo de la dimensión social europea; la profundización de la Unión Económica y Monetaria, sobre la base del Informe de los Cinco Presidentes de junio de 2015; el aprovechamiento de la globalización; el futuro de la defensa europea; y el futuro de las finanzas de la UE.
En opinión de Esteban González Pons, eurodiputado del PPE, hay que alinear las expectativas con la realidad además dejar de culpar a Europa por todo lo que Europa no puede hacer porque carece de las herramientas necesarias. “Esto es un juego incorrecto y peligroso y la salida del Reino Unido de la UE es una de sus consecuencias”, recalcó.
Para Gianni Pittella, eurodiputado representante del grupo S&D, las cinco opciones son una forma de ponerse en las manos de los que quieren debilitar a la UE o incluso liquidarla. “Pone cinco opciones sobre la mesa, pero yo sólo veo una: trabajar juntos como europeos y hacer más cosas unidos”, añadió..
Por su parte, el parlamentario Patrick Le Hyaric recordó que deben escuchar más a las ciudadanos “hace falta otro escenario de abajo-arriba que tenga en cuenta las aspiraciones populares de justicia, igualdad, solidaridad, protección del medio ambiente y la salud pública. Si no es así, habremos fallado”, advirtió enfático.
Hay otras voces más críticas que no quieren el planteamiento de propuestas viables, el europarlamentario holandés Vicky Maeijer aseguró que la UE está en fase de destrucción. “En Holanda dijimos no a la Constitución Europea, no al acuerdo comercial con Ucrania, y ahora es el momento de decir no a Europa”.