El quinto incremento salarial en un año del cincuenta por ciento decretado en enero por el presidente Nicolás Maduro, aceleró la inflación en Venezuela, señaló el economista Ramón Carmona.
“Como consecuencia de este nuevo incremento salarial, la inflación se ubicó en más de 800 por ciento (en el último año)”, precisó Carmona, exdirector de Finanzas del extinto Ministerio de Hacienda y catedrático de la Universidad Central de Venezuela (UCV).
Carmona, en conversación con Notimex, sostuvo que esta medida causará el despido de trabajadores debido a la caída en el flujo de ventas en las industrias que, a su juicio, están “estranguladas financieramente” por la situación que atraviesa el país.
“De modo que este nuevo incremento salarial es una declaración fehaciente del fracaso económico del régimen que erráticamente insiste en reducir la inflación con aumentos de sueldo y solo logra acelerar más la espiral inflacionaria y generar pobreza”, estimó.
Con el aumento de enero, el salario mínimo nacional llegó a 40.638 bolívares y en febrero Maduro aprobó un ajuste del bono de alimentación que llevó a 108 mil bolívares, para colocar el ingreso mínimo integral de 148.638 bolívares (14.863 dólares a la tasa más baja del control cambiario, pero solo 35 dólares al cambio paralelo).
Asimismo, destacó que el incremento salarial tiene dos efectos que inciden directamente en el aumento de los precios y, por ende, de la inflación venezolana.
“El primer efecto es sobre las empresas que se ven obligadas a subir el precio de los productos que comercializan para poder honrar el pago del aumento a sus trabajadores, quienes preferirían que no los hubiera porque tienen experiencia de sus consecuencias negativas”, dijo.
Explicó que el gobierno nacional cuando decreta aumentos, generalmente “no tiene dinero para pagarlos”, por lo que recurre al Banco Central de Venezuela (BCV) para que imprima más billetes y allí viene “la otra tanda de aumento de precios”.
Resaltó que si no se para la emisión de dinero inorgánico, que es lo que ha venido haciendo el Banco Central de Venezuela, “no hay manera de que la inflación baje, pero todo parece indicar que el gobierno marcha a contravía en materia económica”.
Asimismo, dijo que se debe realizar una política fiscal y monetaria que contenga la impresión de dinero, así como el actual déficit fiscal para que los incrementos salariales “valgan la pena” y no se diluya el poder de compra de los trabajadores.
“La mejor política salarial es la que sirva de dique a los aumentos de precios. Ningún gobierno, en la necesidad de decretar a cada rato aumentos salariales para crear ilusión monetaria, puede sentirse orgulloso de lo que hace”, subrayó.
Fuente: Noticieros Televisa