Guillermina Gómora Ordóñez
En los últimos años, los mundos de la farándula y la política comparten escenario, uno y otro terminaron seducidos por los personajes que los representan. Los factores de atracción van desde el glamour y los reflectores del mundo de las estrellas, hasta el poder que brinda el ejercicio de la política.
Pareciera una mezcla surrealista, pero no; hay momentos y situaciones donde resulta difícil distinguir cuando estamos ante un show o un ejercicio político. Winston Churchill, el Primer Ministro británico decía que: “el mayor afrodisíaco es el poder”. Y en estos casos embona como anillo al dedo, hay quienes están dispuestos a todo para hacerse de el a fin de controlar a la sociedad y sacar el mayor provecho.
Actrices, payasos, futbolistas, artistas y hasta políticos se utilizan unos a otros como productos en busca del favor popular en torno de una persona, un partido o un proyecto. La forma es lo de menos, el fin es el que importa. Lo mismo en México que en otras naciones. Ahí están Donald Trump en Estados Unidos o el ex comediante de televisión Jimmy Morales en Guatemala, ambos gobiernan a sus naciones.
En nuestro México, esta simbiosis no es nueva, la atracción data desde la época de la conquista; pero vayamos por nombres de reciente data y muuuy conocidos, en la Cámara de Diputados está Carmelita Salinas, diputada plurinominal del PRI; Laura Esquivel, exitosa escritora, que no aguantó el escarnio mediático, cuando la descubrieron tejiendo y renunció a su curul plurinominal de Morena.
En el Senado, la velocista, Ana Gabriela Guevara, por el partido del Trabajo; en la Asamblea Constituyente pudimos ver, aunque fugazmente, a Bruno Bichir; Damián Alcázar y Héctor Bonilla representando a Morena. Legisladores de membrete que nada hacen por el país y sus habitantes, levanta dedos como dicen los malhumorados sociales.
Por lo que toca a otros niveles, porque aquí también hay niveles y clases sociales, tenemos a las primeras damas que han conquistado con su glamour y belleza a políticos encumbrados, para empezar está la esposa del presidente Enrique Peña, Angélica Rivera; En Hidalgo, el gobernador Omar Fayad, se casó con Victoria Ruffo y su homólogo de Chiapas, Manuel Velasco con Anahí Puente.
Tres matrimonios que confirman el afrodisiaco efector del poder combinado con el espectáculo, nada privativo del México mágico. Nuestro vecino del norte también tiene su historia ¿se acuerdan del ex presidente Ronald Reagan?, pues antes de llegar a la Casa Blanca apareció en más de 50 películas y condujo programas de televisión. Hoy, están Donald Trump y su Melania y en Francia, Nicolás Sarkozy con su Carla Bruni continúan casados.
Regresando algunos años, también el deporte nos ha compartido algunos notables que no pudieron resistir al “canto de las sirenas del poder” y gozaron sus mieles pasajeras. Entre ellos están: Rubén “Púas” Olivares, quien quiso ser diputado por el Partido Social de los Trabajadores, pero no llegó. Con más suerte, compitió Raúl “Ratón” Macías, el boxeador que acuñó la frase “todo se lo debo a mi mánager y a la Virgencita de Guadalupe”, quien fue diputado por el PRI. Felipe, el “Tibio” Muñoz, luego de su paso al frente del Comité Olímpico Mexicano fue diputado federal por el PRI.
El celuloide también ha engalanado el Congreso, cómo olvidar el paso de Silvia Pinal, primera actriz, como diputada federal, senadora, primera dama de Tlaxcala y asambleísta del PRI; ejemplo que siguió la excéntrica Irma Serrano, “La Tigresa”, a quien sólo le alcanzó para ser senadora perredista por Chiapas.
Otros actores como Julio Alemán, María Rojo y Lilia Aragón también incursionaron en el arte de legislar sin embargo sus trayectorias fueron efímeras. Peor aún, la suerte que corrieron el payaso “lagrimita” y el médico naturista Abel Cruz, su éxito en los escenarios y curando enfermos con técnicas ancestrales no se reflejó en las urnas.
En cuanto a la credibilidad de políticos, artistas, payasos, deportistas y otros personajes afines, el debate toca fibras muy sensibles, no se sabe a ciencia cierta cuando inicia o termina el show o se está en el ejercicio del poder. Existen situaciones en ambos mundos donde se pierde la noción del rol que se juega, es decir, si se actúa más en el teatro, las telenovelas o la política.
Lo único cierto es que las celebridades del espectáculo y el deporte están mejor posicionados que el grueso de la clase política mexicana y si a ejemplos vamos ahí está Cuauhtémoc Blanco, presidente municipal de Cuernavaca que aspira a gobernar Morelos. Ver para creer.
Vericuentos
Senado – Fiscal Anticorrupción
Para ¡Ripley!, pretendían ser electos como el primer Fiscal Anticorrupción y resultaron plagiadores profesionales. Las Comisiones Unidas de Justicia y de Anticorrupción y Participación Ciudadana del Senado de la república, descalificaron del proceso de elección del nuevo fiscal a Braulio Robles Zúñiga y Angélica Palacios Zarate, por detectar un plagio en las ponencias de ambos aspirantes. Durante la última jornada de comparecencias, la presidenta de la Comisión de Justicia, Pilar Ortega Martínez, confirmó que 26 de los 35 párrafos de sus ensayos eran idénticos. Una muestra más de la podredumbre de nuestro de sistema de justicia. ¡Cínicos!
Equinoccio perredista
Todo indica que la llegada de la primavera le permitirá al sol azteca renovar sus energías y alejar las malas vibras en el Senado, donde aún está acéfala la coordinación de la bancada, luego de la rebelión generada por Luis Miguel Barbosa. Las negociaciones están en manos de Alejandra Barrales, Dolores Padierna y los alfiles de Barbosa. Quieren llegar el próximo 21 de marzo con el nombre del responsable del grupo para evitar más intromisiones de sus pares legislativos. ¿Será?
@guillegomora