Gabriel Casillas
Hace algunos días tuve la oportunidad de organizar una comida en la Ciudad de México con el Profesor Edmund Phelps, Premio Nobel de Economía 2006. Cabe señalar que la sede de la comida fue una muy peculiar: El “Palacio de Medicina”, que por muchos años albergó la escuela de medicina de la UNAM, ubicado en la Plaza Santo Domingo, en el Centro Histórico de la Ciudad de México. La construcción del edificio data de 1736, pero lo que lo hace más peculiar es que no siempre se prestó para una causa tan noble como preparar a nuestros jóvenes médicos. De hecho, eso es muy reciente, porque hasta 1838 este edificio alojó al tribunal de la Inquisición Española. Por ello el otro nombre con el que se le conoce a este edificio es “Antiguo Palacio de la Inquisición”. Afortunadamente, este inmueble representativo de los años más obscuros de la historia de la humanidad, se iluminó con la visita y las palabras de Ned Phelps.
En esta comida –en donde participaron alrededor de 25 personas-, abordamos de manera informal algunos temas económicos, así como otros ligeramente políticos y de corte personal. Cabe destacar que Profesor Phelps es responsable de haber engendrado conceptos de gran relevancia en la macroeconomía moderna como la “regla de oro en la acumulación de capital”, la “tasa natural de desempleo” y la “curva de Phillips aumentada”, así como la introducción de “rigideces” a la dinámica del mercado laboral. Asimismo, estudió los efectos de la formación de expectativas en los precios y los salarios, entre muchos otros temas. Con el desarrollo de estos conceptos y el estudio profundo de temas tan relevantes como el empleo, prácticamente revivió la teoría Keynesiana (de John Maynard Keynes, considerado “Padre de la Macroeconomía”), siendo Phelps uno de los fundadores de las teorías “Neo-Keynesianas”, al incorporar fundamentos microeconómicos y el papel de las expectativas en los modelos macroeconómicos que predominaban en los setenta y parte de los ochenta. Hoy por hoy, las teorías Neo-Keynesianas dominan el espectro de política pública para el pronóstico y estudio de las principales variables macroeconómicas y su reacción ante la instrumentación de dichas políticas públicas.
La Academia Sueca de Ciencias y el Banco Central de Suecia (Sveriges Riksbank) decidieron otorgar el Premio Nobel de Economía a Phelps en el 2006, por su contribución al análisis sobre algunos de los costos asociados a la instrumentación de ciertas políticas públicas (conocidos también en inglés como “policy tradeoffs”). Cabe destacar que el reconocimiento de estos tradeoffs es clave para lograr objetivos de política económica. Desafortunadamente una de las características principales de las políticas que se promueven bajo el esquema de “populismo económico” es justamente la falta de reconocimiento de que existen tradeoffs. De hecho, en 1992 los reconocidos economistas Dornbusch y Edwards definieron “populismo económico” como “una serie de políticas públicas que enfatizan en el crecimiento y la redistribución del ingreso, desestimando riesgos inflacionarios, deterioro de las finanzas públicas, restricciones externas y la reacción de los agentes económicos a políticas agresivas que no son de mercado”.
En este sentido y a la luz de las políticas que está queriendo promover el Presidente de EU, Donald Trump, el Profesor Phelps enfatizó en dos aspectos. Por un lado, apuntando directamente a la expansión de gasto público que Trump desea instrumentar, Phelps comentó sobre la neutralidad de la política fiscal respecto del crecimiento económico. Sobre todo porque el gasto que lleva a cabo el gobierno, tiene que ser financiado por la población, ya sea vía una mayor recaudación de impuestos o mediante endeudamiento, que al final también tiene que terminar pagando la población. Asimismo, en muy pocas circunstancias el gasto público se instrumenta de manera más eficiente, que si alternativamente los recursos los administrara la iniciativa privada, por lo que al final del día, la política fiscal no tiene un efecto significativo en el crecimiento económico.
Por otro lado, el Profesor Phelps destacó la inclusión y la apertura comercial como insumos esenciales para la elevación de la productividad de un país. En este sentido, cabe señalar que las políticas de carácter racista del Presidente Trump, justo van en contra de la inclusión, que en opinión del Nobel restan fortaleza al espíritu emprendedor, creativo y generador de empleos, que normalmente aumenta la productividad de un país. Por su parte, las políticas proteccionistas tanto de carácter migratorio como comercial, restarán productividad también debido no sólo a que pueden quitar grados de libertad para utilizar los recursos de manera más eficiente, sino porque una parte importante de la innovación de la que se ha beneficiado EU a lo largo de su historia, proviene de ideas y cambio tecnológico procedentes de la actividad comercial internacional.
De asuntos más personales, conversamos sobre el momento en el que le anunciaron que había ganado el Premio Nobel, pero esto es tema de otra columna.
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Agradezco de sobremanera la generosidad de la Dra. Patricia Armendáriz -a quien Phelps digirió su tesis doctoral-, para que fuera posible llevar a cabo la reunión-comida que comento a lo largo de la presente columna.
@G_Casillas
*El autor es director general adjunto de Análisis Económico y Relación con Inversionistas de Grupo Financiero Banorte y presidente del Comité Nacional del Estudios Económicos del IMEF.