Un día antes de la fuga de Juan José Esparragoza Monzón, «El Azulito», y cuatro capos más del Cártel de Sinaloa, hubo fiesta dentro del penal, con música, alcohol y drogas.
Familiares de presos del penal de Culiacán revelaron a REFORMA que la noche del miércoles hubo una fiesta entre los módulos 7 y 5 del reclusorio, los cuales, según los internos, están «gobernados» por los hijos de Joaquín «El Chapo» Guzmán e Ismael «El Mayo» Zambada.
Previo a la fiesta, el martes, según el relato, se cambió a algunos presos de módulos en el penal, porque se estaban agrupando los presos afines a Iván Archivaldo Guzmán e Ismael Zambada.
Para el miércoles, los presos de los módulos 5 y 7 comenzaron una fiesta con distintos tipos de drogas, cerveza y música con alto volumen, y después comenzaron a gritar amenazas dirigidas a personas dentro y fuera del penal.
Incluso, se habría suscitado un conato de violencia que fue detenido por los custodios que estaban a cargo.
De acuerdo con fuentes de Seguridad Pública, entre los internos circuló el rumor de que se buscaba crear un enfrentamiento al interior del penal de Culiacán, y que por ello debía evitarse cualquier situación que los pusiera en peligro.
Los presos que se fugaron, de acuerdo con fuentes de la Secretaría de Seguridad Pública de Sinaloa, corresponden a los módulos 5 y 7.
Los presuntos delincuentes salieron por la puerta principal, según reconoció el Gobernador de Sinaloa, Quirino Ordaz Coppel.
Aunque acusó que hubo complicidad de autoridades, hasta el momento no se ha dado detalle de qué sucedió previo a la fuga, bajo el argumento de que es información reservada en la carpeta de investigación de la PGR.
Fuente: Reforma