Gabriel Casillas
La semana pasada se llevó a cabo la 80ª Convención Bancaria en Acapulco, Guerrero. En esta ocasión, el título de este evento anual fue: “El dilema global: liberalismo vs. populismo”. Este foro organizado por la Asociación de Bancos de México (ABM), contó con las ponencias de tres ex Secretarios de EU, empezando por Carla Hills (Representante de Comercio), Colin Powell (Estado) y Larry Summers (Tesoro), así como de dos profesores de Harvard –además de Larry Summers-, Ricardo Hausman y Ken Rogoff, del Presidente del Consejo de Asuntos Internacionales, Richard Haas, del ex Secretario de Comercio de Canadá, Michael Wilson y por último, pero sin duda no menos importantes, de dos ex Secretarios de Comercio y Fomento Industrial de México (hoy Economía), Jaime Serra y Herminio Blanco y de nuestro actual Canciller, Luis Videgaray.
A este ciclo de conferencias, precedieron las palabras del Gobernador Constitucional del Estado de Guerrero, Héctor Astudillo Flores, así como del Presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, Jaime González Aguadé, del Secretario de Hacienda y Crédito Público, José Antonio Meade Kuribreña y del Presidente “saliente” de la ABM, Luis Robles Miaja. Hago énfasis en la participación del Gobernador del Banco de México, Agustín Guillermo Carstens Carstens, a quien se le rindió homenaje como líder de Nuestro Instituto Central, así como su participación en diferentes puestos de gran envergadura tanto en dependencias nacionales, como internacionales, que le permitieron asistir de manera ininterrumpida a las últimas 35 Convenciones Bancarias, máxime ahora que se dirige a liderar el Banco de Pagos Internacionales (BIS) en noviembre próximo. De hecho, la ABM le entregó “el mazo de honor” al Gobernador Carstens, una distinción honoraria que hace referencia al “mazo de mando” que ostenta el Presidente en turno de la ABM.
Se han escrito varias reseñas sobre la Convención Bancaria en estos últimos días. No obstante lo anterior, quisiera resaltar algunos aspectos que me parecieron interesantes, particularmente sobre las palabras del Gobernador Carstens, a las que los participantes de los mercados financieros internacionales dan seguimiento “muy de cerca”. El discurso del Dr. Carstens inició con un recuento sobre los principales logros institucionales del Banco de México, como su autonomía a inicios de los noventa, así como el establecimiento de un objetivo de inflación –a inicios de este siglo-, aquilatando el “mandato único” que se le ha conferido, que han permitido el abatimiento estructural de la inflación. Sobre la instrumentación de la política monetaria mediante el uso de la tasa de referencia, Carstens comentó que cuando Banxico eleva la tasa de referencia “…el Instituto Emisor manda una clara señal de su inconformidad con el desempeño de la inflación y de esta forma procura incidir sobre el comportamiento de ésta y que no se desbordan las expectativas inflacionarias de la sociedad.”. Sobre la coyuntura, el líder del Instituto Emisor comentó que han habido tres factores que han tenido una incidencia importante en nuestro país en los últimos años: (1) Caída de los precios del petróleo desde mediados de 2014; (2) postura menos acomodaticia del Banco de la Reserva Federal de EU (Fed); e (3) incertidumbre relativa a las relaciones bilaterales entre México y EU. En este sentido, destacó que la actuación preventiva del Banco de México ha sido clave -con la elevación de la tasa de interés en 325 puntos base, de diciembre de 2015 a la fecha-, en el bajo traspaso que se ha observado de la depreciación del tipo de cambio a la inflación. Así, si bien resaltó que recientemente ha habido una corrección importante en el nivel de tipo de cambio –que ayudará a que la inflación pueda converger al objetivo de 3 por ciento en el 2018-, hay que cuidar también que los cambios en precios relativos derivados de la liberalización de los precios de los combustibles, no resulten en un aumento generalizado de precios, ni deterioren las expectativas de inflación. En este sentido, considero que el énfasis que hizo el Gobernador Carstens sobre la importancia del anclaje de las expectativas de inflación para reducir los efectos de segundo orden, será el fundamento principal por el cuál este jueves la Junta de Gobierno del Banco de México llevará a cabo un alza de 25 puntos base en la tasa de referencia.
La Convención finalizó con las palabras del nuevo Presidente de la ABM, Marcos Martínez Gavica y el cierre oficial de la Subsecretaria de Hacienda y Crédito Público, Vanessa Rubio Márquez. Quiero terminar esta columna comentando que me pareció una buena despedida de este evento para el Gobernador Carstens, pero desafortunadamente no del populismo. En este sentido, el ahora ex Presidente de la ABM, Luis Robles, comentó que el populismo normalmente se caracteriza por lo siguiente: (1) Cuestionamiento de partidos políticos e instituciones; (2) cuestionamiento de líderes y políticas actuales; y (3) en donde se proponen soluciones fáciles que pretenden resolver grandes problemas.
@G_Casillas
*El autor es director general adjunto de Análisis Económico y Relación con Inversionistas de Grupo Financiero Banorte y presidente del Comité Nacional del Estudios Económicos del IMEF.