La Primer Ministra de Reino Unido, Theresa May firmó la carta oficial que es remitida ya a Bruselas para estipular que Reino Unido iniciará las negociaciones para salir de la Unión Europea.

Al inicio del referéndum, la economía británica superó mejor de lo previsto la victoria del Brexit, pero los primeros golpes serios llegarán precisamente con el inicio de las negociaciones.

Los economistas expertos no tenían la mejor de las referencias ante las negociaciones, pues aseguraban que si los británicos elegían abandonar el bloque, las tempestades se abatirían sobre ellos.

Sin embargo la economía no se tambaleó, en primera por la llegada de Theresa May y enseguida por la inyección de liquidez del Banco de Inglaterra y la confianza de los consumidores.

Aunque todavía es muy prematuro para conocer cómo puede ser el proceso negociador, ayer el Banco de Inglaterra a través del Comité de Política Financiera señaló los bancos británicos necesitan prepararse para una serie de escenarios potenciales y para evitar cambios repentinos del crédito.

 El crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) se mantuvo sólido: 1.8% en 2016, y una previsión oficial de 2.0% para 2017.

 De ese modo muchos europeos se preocupan por las consecuencias que el Brexit trae,  dejando en claro que no piensan que sea algo favorable.

 Y aunque hay consenso en que el mayor impacto de la salida sería sobre el Reino Unido, algunos piensan que el impacto sería también significativo sobre los demás estados miembros de la UE.

La consultora Global Counsel, mencionó para BBC que la UE podría convertirse en un socio comercial menos atractivo a nivel mundial y perdería poder internacional.

Pero también decía que esto puede verse compensado por una mayor integración política, ya que Reino Unido es uno de los miembros que se oponen con más fuerza a una mayor integración, y por una política exterior más coherente.

Por su parte la Organización para la Cooperación y el Desarrollo en Europa (OCDE) asegura que el Brexit provocaría una caída del Producto Interno Bruto de muchos de los países de la UE.

Repercusiones en México

Infortunadamente esto no sucede de la misma manera en México debido a que diversos factores profundizarían los efectos negativos que vive nuestro país por la caída de los precios del petróleo y la debilidad de la economía global.

De hecho hay siete puntos que se podrían tomar en cuenta para entender qué pasa con México y cómo afecta en la economía mexicana.

1.- Los sistemas cambiaros predominan en México y factores como la oferta y la demanda, la fortaleza o debilidad de la economía nacional o el sube y baja del dólar además de factores externos como el Brexit, afectan los equilibrios o el nivel de confianza que se requieren para el funcionamiento y estabilidad del sistema financiero.

2.- Cuando esto último ocurre, el dólar se encarece. El Economista en Jefe del BBVA Bancomer, Carlos Serrano Herrera, señaló que la salida de Gran Bretaña de la UE es riesgo más importante en la depreciación actual de nuestra moneda.

Y factores como la renegociación del TLC y las políticas antiinmigrantes de Trump, podrían añadir la sal y pimienta para que las economías emergentes se colapsen de alguna manera.

3.-Si los precios suben por efecto del aumento en el precio del billete verde, existe el peligro de un alza en el valor de artículos como electrónicos, equipos de cómputo, gadgets, automóviles, materiales de construcción, petroquímicos, textiles, ropa, zapatos e incluso alimentos como los granos básicos, que se tasan en dólares o tienen algún insumo valorado en esa moneda.

4.- Cuando existe un incremento en la inflación, derivada del dólar, el Banco de México (institución encargada de garantizar el valor del peso mexicano y la estabilidad de precios) puede –de acuerdo a la ley vigente– tomar dos tipos de acciones:

• Primera: usar parte de los 177 mil millones de dólares de las reservas internacionales (fondo que reúne nuestro país para demostrar que puede pagar todas su deudas y requerimientos financieros) para intervenir el mercado de cambios, a través de la venta directa de esos recursos a los bancos y con ello incrementar la oferta del billete verde y contener o reducir el costo del mismo.
• Segunda: elevar las tasas de intereses que aplica el propio Banco de México (Banxico) como referencia para las operaciones financieras, que actualmente está en 3.75%, con el objetivo de, por un lado, evitar que los inversionistas saquen su capital del mercado mexicano y lo depositen en instrumentos tasados en dólares que pagan más réditos; y por otro, que el peso siga depreciándose.

José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), explicó que el Banxico deberá elevar al menos 25 puntos base su tasa de interés referencial y ello podría ocurrir durante la reunión que sostendrá la Junta de Gobierno de de la institución, agendada para el 30 de junio próximo.

5. Si el Banxico sube la tasa de referencia, el costo de los intereses que cobran los bancos a los mexicanos, por los préstamos o créditos personales (tarjetas, nuevas hipotecas o financiamientos para la compra de un coche) también aumentan lo que se traduce en un costo adicional para el bolsillo de miles de familias.
6. Aunque hasta el momento, los propios bancos y las empresas han absorbido tanto las mermas que trae consigo el encarecimiento del dólar y los efectos que tienen las tasas de interés, si tal situación se mantiene por varios meses, como lo señala la Concamín y Concanaco-Servytur, los efectos negativos se trasladarían al consumidor final, es decir a la población, provocando un aumento en la inflación.

Antes del Brexit, el Gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, aseguró que la inflación se mantendría en el objetivo oficial de 3%, más un rango de tolerancia de 1%, al final del año, aunque desde hace varios meses el funcionario advirtió que el encarecimiento del dólar y la debilidad de la economía global son factores que afectan o pueden alterar el control de precios.

7. Ante dichos escenarios, la economía nacional en su conjunto y, por lo tanto la capacidad de las empresas para crear empleos, aumentar salarios y mantener sus inversiones queda limitada o se detiene, lo que origina menores posibilidades de crecimiento para nuestro país.

Pero esto es tan sólo algo de lo que podría  pasar e cuanto se haga válido el Brexit en Reino Unido, porque en México la última vez que se habló de estos temas la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) captó perdió en diferentes días como consecuencia de las votaciones en junio pasado.

Fuente: LSR