La primera gran derrota legislativa de Donald Trump se ha producido este viernes sin que haya llegado a emitirse un solo voto. A falta de pocos minutos de la hora prevista, el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, ha decidido desobedecer las órdenes del presidente y retirar el proyecto de la Ley de Sanidad Estadounidense, el proyecto conocido como «Trumpcare», cuyo futuro parece estar sentenciado de forma definitiva.
Tras una jornada en la que las deserciones se multiplicaban por minutos, Ryan y Trump celebraron una reunión de emergencia para discutir las opciones. Trump había insistido desde la noche del jueves en la necesidad de celebrar una votación, aunque fracasara. Al final, Ryan ganó el pulso y optó por salvar a su grupo parlamentario de una derrota humillante que les obligara a elegir entre apoyar un proyecto de ley extraordinariamente impopular o desafiar al presidente en público para salvarse ellos.
En declaraciones al Washington Post a los pocos minutos de conocerse la decisión, Trump dijo que «no culpaba a Ryan de la decisión» y se corresponsabilizó de la retirada de la ley. El magnate añadió que no planeaba volver a presentar el proyecto en el futuro próximo y que intentaría negociar con los demócratas para aprobar reformas en el futuro.
La decisión será un duro golpe para la imagen del partido, incapaz de conseguir su objetivo de derogar el Obamacare pese a tener mayorías en las dos cámaras y la presidencia. El diputado Pat Toomey, de Florida, resumió así la situación: «El Obamacare es la ley».
Fuente: EconomíaHoy