Casi seis mil vuelos cancelados y el cierre de centros escolares y de actividades al aire libre es el saldo histórico de la tormenta Stella que azotó al noreste de Estados Unidos con nieve, lluvia congelada y fuertes vientos.
Ocho estados de la zona, donde residen más de 30 millones de personas, desde Virginia hasta Massachussets, se mantuvieron en estado de alerta en medio de pronósticos de más de medio metro de nieve y ráfagas de viento de más de 80 kilómetros por hora.
Por los menos cinco mil 907 vuelos fueron cancelados y mil 777 retrasados, lo que provocó escenas de congestionamiento en algunas de las principales terminales aéreas de la zona, de acuerdo con el sitio de monitoreo aéreo Flightaware.
En Washington, DC, así como en los estados aledaños de Maryland y Virginia, y más al norte, Baltimore, Filadelfia, Nueva York y Boston, las autoridades locales decidieron cancelar clases.
Aunque el noreste experimentó la semana pasada temperaturas por encima del promedio para el final del invierno, la región empezó a ser azotada desde la noche del lunes con temperaturas de 20 grados por debajo de los días previos al inicio de la primavera.
En la capital estadunidense el Servicio Nacional de Parques postergó por dos días, del 19 al 22 de marzo, el clima del popular Festival de los Cerezos, debido a las cambiantes condiciones climáticas.
Las autoridades locales habían emitido alertas por vientos para la ciudad de Nueva York, hasta Connecticut, mientras que Washington, Baltimore y Filadelfia se encontraban bajo alerta de tormenta invernal.
El lunes, el presidente estadunidense Donald Trump pidió a los residentes del noreste del país prestar atención a sus autoridades estatales y locales, así como a tomar sus consejos seriamente.
“Estamos en buena forma, el gobierno está preparado y listo, todo el noreste esta bajo un alerta severa de tormenta invernal, esperemos que no sea tan mala como predicen”, señaló.
Trump instruyó a la Administración Federal de Manejo de Emergencias (FEMA) asistir a los estados que requieran ayuda.
Fuente: La Jornada