Donald Trump está trabajando en una versión «simplificada» de su decreto de restricciones migratorias para resolver las dificultades que causó su primera orden —que buscó prohibir el ingreso de personas de siete naciones musulmanas a Estados Unidos— en los tribunales, aseguró el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kelly.
Cuando se le preguntó si eso significaba que la nueva orden ejecutiva de Trump permitirá a los inmigrantes que posean tarjetas de residencia permanente —green cards— y visas entrar a Estados Unidos, Kelly respondió «esa es una buena suposición».
Agregó que solo las personas con visas que ya estén en tránsito recibirán autorización para entrar. Para otros, dijo, «tendremos un corto lapso de implementación gradual para asegurarnos de que la gente en el otro extremo no se suba a los aviones». No detalló si esto también se aplicaría a los poseedores de tarjetas de residencia permanente.
Kelly dijo que la orden original de Trump buscaba una «pausa temporal» para permitirle «ver dónde hay brechas en nuestro sistema de inmigración y revisión, brechas que podrían ser aprovechadas».
Dijo que el gobierno de Trump se sorprendió cuando los tribunales estadunidenses bloquearon la implementación de la orden ejecutiva, por lo que ahora «el presidente está contemplando liberar una versión más ajustada y más simplificada» de la prohibición a viajeros de otros países.
Entre los desafíos de seguridad que se deben resolver, añadió Kelly, está el de que Estados Unidos no tiene «asociaciones sólidas de lucha contra el terrorismo» con los países en cuestión o «información robusta sobre individuos que viajan desde estos países» para poder hacer una evaluación de riesgo adecuada antes de que esos ciudadanos viajen a Estados Unidos.
Fuete: Milenio