Donald Trump ha negado este miércoles mantener cualquier tipo de conexión con Rusia, después de la dimisión de su consejero de seguridad nacional, Michael Fynn, acusado de haber mentido sobre sus relaciones con Moscú. El presidente de Estados Unidos ha calificado estas acusaciones de «bobada».
Flynn fue cuestionado por varias conversaciones telefónicas con el embajador ruso en Washington antes de la toma de posesión de Trump, y por la manera en las se las describió al vicepresidente elegido, Mike Pence. Esta historia de «conexión con Rusia es una bobada, solamente es un intento para cubrir los numerosos errores cometidos por la campaña perdedora de Hillary Clinton», ha explicado el presidente a través de su cuenta de Twitter.
«Los medios, respaldando informaciones falsas, se vuelven locos con sus teorías del complot y su odio ciego», ha indicado el presidente en esa misma red social, señalando en concreto a las cadenas de televisión CNN y MSNBC, «imposibles de ver». Sí que ha felicitado, no obstante, a la cadena conservadora Fox.
Trump también acusa a los servicios de inteligencia estadounidense por haber filtrado informaciones sobre este caso, cuestionando directamente a la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés) y a la policía federal (FBI). Ha criticado que ambas propocinaron datos a los diarios «The New York Times» y «The Washington Post», periódicos a los que calificó de «malos».
La Casa Blanca intenta desde hace dos días controlar la tormenta mediática nacida de la dimisión de Michael Flynn, pero las preguntas sobre las relaciones pasadas y futuras del equipo Trump con Rusia permanecen.
Fuente: ABC
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