Autoridades migratorias de Estados Unidos lanzaron redadas en paradas de autobuses e instalaron puestos de control en al menos media docena de estados de todo el país entre jueves y viernes, y detuvieron a cientos de sin papeles, informaron abogados y grupos de activistas.
La Coalición por los Derechos Humanos de los Migrantes de esta ciudad fue la que reportó la cifra de arrestados. Sin embargo, autoridades aseguraron que se trató de operativos de rutina.
Las incursiones, que tienen como blanco a los indocumentados, incluidos aquellos sin antecedentes penales, marcan el primer episodio a gran escala desde el 26 de enero, cuando el presidente Donald Trump emitió una orden ejecutiva contra 11 millones de personas que viven en Estados Unidos de manera ilegal.
Trump anunció ayer que no descarta firmar otro decreto antimigrante y aseguró que no pretende apelar ante la Corte Suprema de Justicia del fallo de tres jueces que declaró anticonstitucional la orden ejecutiva.
La noticia de las redadas, que rápidamente circuló entre migrantes, activistas y redes sociales, creó indignación, pánico generalizado y protestas entre las comunidades.
Willian Christensen, portavoz del Departamento de Seguridad Nacional, confirmó que agentes del Departamento de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) allanaron casas y lugares de trabajo en Atlanta, Los Ángeles y otras dos ciudades como parte de las acciones de rutina.
Pero activistas aseguraron que documentaron incursiones del ICE de intensidad inusual en las pasadas 48 horas en Vista, Pomona y Compton, California; Austin, Dallas y Pflugerville, Texas; Alexandria y Annandale, Virginia; Charlotte y Burlington, Carolina del Norte; Plant City, Florida; Hudson Valley, Nueva York y Wichita, Kansas.
También hubo reportes sobre la instalación de puntos de control del ICE para revisiones aleatorias en Carolina del Norte y Austin.
Activistas y legisladores denunciaron en California que para las autoridades migratorias todo ha cambiado. Ahora la prioridad es deportar a todos los migrantes, sin importar si han cometido algún delito o no.
Algunos sugirieron en Los Ángeles y Austin que las incursiones podrían ser represalia contra las llamadas ciudades santuario, en las cuales hay el compromiso de no enjuiciar a los sin papeles.
Trump calificó en un tuit de vergonzosa la decisión que tomó una Corte Federal de Apelaciones en San Francisco de mantener la suspensión del decreto migratorio que prohíbe la entrada al país de refugiados y emigrantes de siete países de mayoría musulmana.
El mandatario citó extractos de un artículo del sitio Lawfare –blog sobre temas legales y de seguridad– que hace referencia al fallo del tribunal. Encontró notable que éste ni siquiera se molestó en citar un estatuto legal que autoriza al presidente a suspender la entrada a Estados Unidos de todos o algún tipo de extranjeros que él considere perjudicial para los intereses del país.
El blog concluye que la Corte de Apelaciones llegó a la decisión correcta al mantener temporalmente la orden ejecutiva mientras el tema es juzgado en una Corte en Seattle, estado de Washington, aspecto que Trump omitió en su tuit.
Más tarde Trump anunció su compromiso de actuar con celeridad para proteger a Estados Unidos y sus ciudadanos, e indicó que la próxima semana dará a conocer nuevas medidas de seguridad para su país.
En este contexto, el primer ministro iraquí, Haider al Abadi, pidió a Trump, en una conversación telefónica, que retire a su país del decreto migratorio en el que está incluido junto con otras seis naciones de mayoría musulmana: Irán, Somalia, Sudán, Libia, Yemen y Siria.
Fuente: La Jornada