En un esfuerzo conjunto, Francia y Alemania tienen una propuesta para que la Unión Europea (UE) deporte masivamente a los refugiados que lleguen desde el norte de África para mandarlos a campos de terceros países.
La iniciativa, a la que REFORMA tuvo acceso, conllevaría violaciones de las normas internacionales y europeas de asilo.
No es el primer paso que la UE da en esa dirección. Primero, consiguieron cerrar la ruta de los refugiados que llegaban desde Turquía, lo que frenó el éxodo de cientos de miles de personas que cruzaban hacia Alemania.
Sin embargo, desde Libia siguen viajando en barcazas, a través del Mar Mediterráneo, alrededor de 200 mil refugiados y migrantes cada año.
La Unión Europea intentó bloquear esa ruta, por ahora sin conseguirlo.
Por ello, los gobiernos francés y alemán plantean tomar una medida que viola varios artículos de la Directiva Europea de Asilo y de la Convención del Estatuto del Refugiado de Ginebra, que obliga a todos sus signatarios a estudiar cualquier petición de asilo.
El texto, cuyo origen y autenticidad fueron confirmados por un oficial del Consejo Europeo, aboga por saltar los obstáculos legales, como los requisitos que marcan las normas europeas para declarar a un país como «tercer país seguro» para los refugiados.
Según la propuesta, el estándar europeo para hacer esa declaración es demasiado alto, por lo que propone reducir los criterios, lo que haría que hasta partes de Libia fueran declaradas seguras.
Y aunque el texto señala que no habría expulsiones en masa, pues las prohíbe la normativa europea, su puesta en marcha conllevaría exactamente eso.
«(La propuesta traería) un estado de emergencia comunitario bajo el cual los estándares bajan y los estados miembros pueden decidir que otros estados sirven como ‘tercer país seguro’. Eso presuponiendo ya que los solicitantes de asilo no consigan llegar a las fronteras europeas y que, si lo consiguen, se les echará atrás», explicó Sonia Andolz, analista de conflictos en la Universidad de Barcelona.
El plan franco-alemán no especifica qué países serían los que acogerían esos campos de refugiados, pero la Unión Europea estudia ya proponer a Egipto y Túnez facilidades de visas para sus nacionales a cambio de que acepten más fácilmente las deportaciones de ciudadanos africanos de terceros países.
También quiere eliminar el derecho que tiene cualquier solicitante de asilo a apelar ante un juez si su petición es rechazada en la fase administrativa y que su deportación no sea efectiva hasta que un juez así lo certifique, lo que iría contra la Convención Europea de Derechos Fundamentales.
El analista de conflictos Sergio Maydeu considera que la UE no ha querido afrontar las causas de la migración, como los conflictos armados en zonas de Medio Oriente y África.
«Los gobiernos europeos han apostado por acuerdos bilaterales con algunos gobiernos africanos en materia migratoria, olvidando que esta crisis de refugiados ya no entiende sólo de gestión de fronteras». señaló.
Fuente: Reforma