Primero y diez
Por Bolivar Roblero
De acuerdo a ciertas consejas griegas, existían dos diosas menores Fortuna y Némesis, eras gemelas ambas hijas de la oscuridad, los Atenienses aseguraban que a ellas, se debe el equilibrio del Universo, ya que se encargan de repartir con justeza los dones y sinsabores para cada uno de los mortales, bajo una primera premisa, los hombres como seres mortales no tenían derecho a la felicidad plena, por tanto no podrían ser demasiado afortunados y felices, porque entonces perderían su percepción de ser humano, y del mismo modo, tampoco todas las desdichas podrían recaer sobre una sola persona.
Ahí es dónde intervenían Fortuna y Némesis, cuando una se daba cuenta que la otra había llenado a un mortal de bienes o de males, intervenía su hermana gemela para compensar la situación, dicen los antiguos que la más generosa de las dos hermanas era Fortuna, por lo que Némesis debía intervenir para “ajustar” las cuentas.
Uno de los ejemplos más clásicos de todo ello fue el caso del Rey Creso, que dicen, recibió durante la primera parte de su vida, sólo bendiciones y bienestar, hasta que los tomó por su cuenta Némesis, quien lo llenó de sinsabores, para compensar toda su felicidad previa.
Aunque sea difícil de creer, Némesis y Fortuna han acompañado a los Patriotas de Nueva Inglaterra, por lo menos de 2007 a la fecha, ¿no me cree?… Se lo demuestro en el año de 2007 año en que los Patriotas llegaron Invictos hasta el Superbowl XLII y enfrentaban a unos Gigantes, que habían llegado como Comodines a los Playoffs, en las Vegas Los Patriotas eran favoritos por una línea de apuesta de 13 puntos, es decir que los de Nueva Inglaterra ganarían por una diferencia de casi dos touchdowns, la historia fue totalmente diferente: la defensiva de Nueva York fue capaz de frenar a la Ofensiva más poderosa de esa temporada, limitándola a dos anotaciones de 7, así cuando faltaba un minuto 15 para que expirara el reloj, Eli Manning escapó milagrosamente de una captura en la yarda 30 de su territorio y fue capaz de enviar un agónico pase de 40 yardas, que fue atrapado de manera increíble por David Tyree, aprisionando el balón entre su mano derecha y su casco, instantes después Manning completaba un pase a las diagonales con el que se consumaba la derrota improbable de los Patriotas (Némesis intervino para que ese improbable pase fuese completado).
Cuatro años después, se repitió el enfrentamiento entre los Patriotas de Nueva Inglaterra y los Gigantes de Nueva York, jugándose la posesión del Superbowl XLVI. De nueva cuenta los de Nueva Inglaterra eran favoritos, aunque en la memoria de muchos estaba presente aquella jugada de Tyree que derrotó a los Patriotas; Ese día por increíble que parezca se repitió la experiencia, faltando 3 minutos para terminar el partido, estando Gigantes en su yarda 5 totalmente acorralados, Eli Manning, lanzó un pase difícilmente atrapable a su ala abierta Mario Manningham, quien tomó el balón en la yarda 45 de Nueva Inglaterra preparando una ofensiva que podría a los Gigantes en la yarda 5 para que con una carrera de 5 yardas Ahmad Bradshaw colocara los cartones definitivos 17 a 21 a favor de los de la “Gran Manzana”, todavía Némesis volvió intervenir cuando en la última jugada del partido, Brady intentó un “Ave María” a la zona de anotación de los Gigantes y Gronkowsky se levantó para coger el balón, pero este fue bateado por los defensivos de Nueva York, es decir que lo que Fortuna concedía a Nueva York, Némesis se lo negaba a Nueva Inglaterra.
Némesis volvió a intervenir nuevamente en el camino de los Patriotas en el Superbowl LXIL, cuando se medían los de Nueva Inglaterra contra los Halcones Marinos de Seattle; los de Foxborough habían sido capaces de reponerse a una desventaja de 10 puntos, en el último cuarto, y habían logrado poner los cartones 28-24 a su favor, pero Rusell Wilson encabezó una endemoniada ofensiva, que incluyó una atrapada milagrosa como la de Manningham o mejor aún casi tan milagrosa como la de Tyree, en el último minuto del partido, Wilson desde la yarda 45 de Nueva Inglaterra hasta la yarda 5, dónde en una inverosímil atrapada de Jermaine Kearse, quien de manera impensable miró como el balón se escapaba de sus manos, rebotaba en su pecho, salía botando para caer en su regazo para completar una vez más uno de esos pases fabulosos era completado (el fantasma de las atrapadas de Tyree y Manninghamm, con la consecuente derrota para Patriotas, se paseó una vez más por el emparrillado), a fin de cuentas la remontada no se concretó por una providencial intercepción de Malcom Buttler (tal vez Fortuna consideró que Némesis ya había castigado demasiado a los Patts).
En el Suérbowl LI con menos de 4 minutos por jugar Brady orquestaba una ofensiva que le permitiera emparejar los cartones a 28, desde su yarda 30 lanzó un pase a Julian Edelman que tenía triple cobertura, la posibilidad de completar el pase eran mínimas, los tres defensivos de Atlanta se lanzaron sobre el receptor, provocando que el ovoide saliera volando, pero este no cayó al suelo, rebotó en una de las espinillas del defensa para caer de manera surrealista en manos de Edelman (Fortuna esta vez sonrió a los Patriotas y Némesis simplemente guardó silencio)
Al término del encuentro, ya con el Vince Lombardi en las manos, Brady fue interrogado por esa insospechada atrapada de Edelman, y el QB recordando las atrapadas de Tyree, Manningham y Kreasse, comentó simplemente: ¡Que bueno… Ya nos merecíamos una de esas de nuestro lado!.
A fin de cuentas Némesis les arrebató dos campeonatos a los Patriotas, pero como que hay equilibrio en el Universo, Fortuna les dio dos y todos contentos (bueno… no todos, ¡aquellos que odian a los de Nueva Inglaterra no!).