El aún Gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle Rosas, reconoció por primera vez que la deuda que le heredará a su sucesor Antonio Gali Fayad asciende a 23 mil 97 millones de pesos, de acuerdo con el informe de 2016 publicado en el portal de Transparencia, que contiene el desglose de los gastos directos, indirectos y otros pasivos durante la administración estatal del sexenio que termina el día de hoy.
En la cifra, al parecer, no se contemplan los Proyectos para la Prestación de Servicios (PPS) del Museo Internacional Barroco (MIB) y el Centro Integral de Servicios (CIS), que, de acuerdo con esos documentos, tuvo un costo de 11 mil 80 millones de pesos, cifra que se suma a la que reconoció el mandatario poblano. Misma que daría un total de 34 mil 177 millones de pesos.
En su último informe de labores, el gobernador panista presumió que durante su administración “no pidió un peso prestado” para “la transformación de Puebla”, y reportó pasivos por 8 mil 608 millones de pesos.
Pero la Ley de Disciplina Financiera obligó a la administración estatal a transparentar todos los pasivos, incluidos los PPS, y reportarlos como deuda.
A pesar de este ordenamiento, no se explica por qué en el reporte de la deuda con corte al 31 de diciembre 2016 no está ni el CIS ni el MIB, pero sí contemplan las plataformas de Audi.
La deuda en Puebla es superior a los 40 mil millones de pesos, sumando el reporte de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) de 24 mil millones de pesos, y los PPS, por 22 mil millones.
La administración de Moreno Valle le informó que la cifra real de la deuda era exactamente de 24 mil millones e incluye las Plataformas de Audi, la deuda directa del gobierno, la de los organismos, así como transferencias de participaciones federales.
Ahora, en el reporte publicado por el propio gobierno de Puebla en su página de transparencia, por primera vez la sumatoria de la deuda directa, la indirecta y otros pasivos, es de 23 mil millones de pesos.
Fuente: Sin Embargo