Por Alejandro Aguirre Guerrero
No me cabe duda, hay riesgo de que las marchas contra Donald Trump del domingo en la Ciudad de México y algunos estados más, dado el enojo social existente en el país, se conviertan en un grito antigobiernista.
Si bien es cierto que el oscuro Presidente gringo ha logrado unir a los mexicanos como hace tiempo no ocurría, también es verdad que en los últimos meses se han vivido situaciones que dañan la imagen de Enrique Peña Nieto, el gasolinazo, entre ellas.
Las marchas de este domingo, tanto la de Vibra México, comandada por Causa en Común, como la organizada por Alto al Secuestro, deben ser tomadas para patentar que el enemigo está afuera, y no adentro, al menos por el momento. Ambas, por razón «extraña» coincidieron en el día y la hora, pero acabaron fusionándose de alguna manera para comunicar unidad.
Me preocupa que dentro de los objetivos en la convocatoria para asistir a la marcha Vibra México, se maneje la exigencia al Gobierno Federal de «evitar la simulación, y asumir acciones concretas e inmediatas para combatir la pobreza, desigualdad, corrupción e impunidad…», entre otras linduras.
Cierto es que el peso del gasolinazo nos duele a diario; coincido en el desgaste que ha sufrido la investidura presidencial, en los errores cometidos al momento de afrontar la relación con Donald Trump, sin embargo, en las marchas del domingo se corre el serio riesgo de golpear más a los de adentro que a los de afuera.
Es muy probable que un fuerte número de ciudadanos lance consignas contra Peña Nieto en vez de hacerlo hacia Trump, que numerosos mexicanos ocupen la movilización con fines políticos, aunque se haya dejado claro que no debe ser así.
Las imágenes de las multitudinarias marchas recorrerán medios internacionales, y serán vistas, sin duda, por todo el clan de la Casa Blanca. Ojalá no dominen las protestas hacia Peña por encima de la unidad contra el Gobierno «yanqui», pues de ser así, el vocero de Trump, con argumentos visuales y fiel a su estilo, dirá que México tampoco quiere a su Presidente.
Sí, hay quejas e inconformidades, muchas, pero hay momentos para lavar la ropa sucia en casa, espero que en la noche del domingo la imagen predominante sea contra Trump, y no aquella donde la pancarta o cartulina tergiverse el mensaje de unidad.
Que la del domingo no sea una marcha pro gobierno ni anti gobierno, que sea justamente una oportunidad para que en la oficina Oval de la Casa Blanca, palpen la unidad de México contra Trump.
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