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Maduro prefiere «Prudencia» ante EU

Publicado por
Héctor García

Por primera vez en la historia de la Revolución bolivariana, el chavismo prefiere la prudencia ante Estados Unidos.

Tras celebrar el triunfo de Donald Trump, Nicolás Maduro dijo que habría que esperar antes de criticarlo y que peor que Barack Obama no podría ser. Desde entonces, se ha mantenido en silencio sobre el nuevo Presidente.

La actitud ha sorprendido a medios, analistas, y dentro de su propio partido ante el tono duro que el chavismo tiene con sus opositores.

Apenas el domingo, el Primer Mandatario venezolano calificaba de mamarracho, que ni siquiera es un ser humano a Henry Ramos Allup, ex presidente de la Asamblea Nacional.

La novedosa paciencia de Maduro provocó que la revista opositora Zeta le dedicara su portada, portando un fusil, con gorra militar calada y un titular impensable hace meses: «Un soldado de Trump».

«La estrategia adoptada por el gobierno venezolano es sorprendente», sostuvo el internacionalista Mariano de Alba.

«Maduro y compañía reconocen que Trump es impredecible. Por tanto, han optado por andarse con cautela. Al Gobierno le conviene tratar de pasar por debajo de la mesa y que a nivel internacional el status quo siga siendo de apoyo al diálogo. El silencio es una manera de tratar de no captar la atención», agregó.

Incluso comentó que en Washington, donde reside, se habla de intentos de contacto de la Canciller venezolana Delcy Rodríguez con los colaboradores del Presidente estadounidense.

En la Cumbre de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac), a unos días de la toma de posesión de Trump, Maduro olvidó las amenazas del nuevo Presidente estadounidense contra México, pero aprovechó sus intervenciones para arremeter en contra de Barack Obama.

Una fuente chavista atribuyó la moderación con el nuevo inquilino de la Casa Blanca a que el Gobierno de Peña Nieto así lo había recomendado.

Otro factor a considerar en el silencio estratégico chavista es el «efecto Putin», principal aliado de Caracas más allá de continente y de conocida cercanía a Trump.

«Quizá hubo consulta entre Venezuela y Moscú para trazar esta estrategia, pero la Administración Trump parece no haber discutido todavía la situación en Venezuela», añadió De Alba.

Además, está el petróleo. Rex Tillerson, nuevo Secretario de Estado y antiguo CEO de Exxon Mobil, tiene cuentas pendientes con el chavismo tras la nacionalización de la multinacional petrolera en 2007.

Pese a ello, De Alba no estima un cambio de actitud de la Casa Blanca.

«Las sanciones que impuso Obama van a permanecer y también el apoyo al diálogo entre Gobierno y Oposición», afirmó.

Fuente: Reforma

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Héctor García