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La cementera mexicana que apuesta por el plan de Trump

Publicado por
Aletia Molina

El próximo 23 de febrero, Grupo Cementos Chihuahua (GCC) reportará sus resultados del cuarto trimestre de 2016 a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV). Los analistas vaticinan alzas de doble dígito en sus ventas y flujo operativo, no sólo por el efecto positivo del tipo de cambio, al tener más del 80 por ciento de sus operaciones en Estados Unidos, sino también porque consolidará por primera vez los activos que compró a Cemex en ese país.

Ante las expectativas de crecimiento en el vecino país del norte y agresivos planes de inversión en infraestructura del entonces candidato a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, el 18 de noviembre pasado GCC se hizo de plantas, terminales de distribución, además de negocios de concreto, agregados y asfalto en ese país por más de 306 millones de dólares.

Con esos activos, situados en los estados de Texas y Nuevo México, la cementera que desde 1999 dirige Enrique Escalante pasará de tener de 70 a casi 80 por ciento de sus operaciones en la Unión Americana, donde abastece a la mayoría de los estados de la parte central.

“Cementos Chihuahua es la segunda empresa, después de Cemex, con más plantas en Estados Unidos, yo creo que van a poder tener un aumento en la demanda por el plan de infraestructura del nuevo gobierno en Estados Unidos”, comentó Gerardo Copca, analista de capitales de MetÁnalisis.

Oportunidad. La mexicana tiene una capacidad de producción mayor a 3.3 millones de toneladas de cemento al año y concentra casi el 80 por ciento de su operación en EU.

Positivo. Analistas consideran benéfico el plan de construcción de Trump para GCC, pues podría desarrollar algunos proyectos.

Ganancias. La depreciación del peso frente al dólar es un amortiguador natural que aprovecha la firma para mejorar sus márgenes.

Actualmente, GCC cuenta con capacidad para producir más de 3.3 millones de toneladas de cemento al año en ese país, y analistas consideran que podría ser una de las ganadoras con el ambicioso plan de infraestructura del presidente Trump.

La firma cuenta con siete fábricas productoras de cemento en la Unión Américana, de las cuales, cuatro se ubican en los estados de Texas, Nuevo Mexico, Dakota del Sur y Colorado. El resto se encuentran dispersas en Chihuahua, al norte de México.

Trump ha dicho que busca invertir un trillón de dólares en infraestructura a lo largo de los Estados Unidos, por lo que GCC podría beneficiarse de algunos proyectos en los estados donde opera.

“Tenemos un plan estratégico muy claro para seguir creciendo en Estados Unidos. Nuestra estrategia tiene tres vertientes fundamentales: crecer en Estados Unidos, crecer en el área de cemento y crecer en mercados contiguos al área donde actualmente operamos, esto porque nos da una ventaja competitiva por todo el esquema que tenemos de distribución allá”, comentó Enrique Escalante, CEO de GCC en una entrevista en noviembre con El Financiero.

Tras la compra de los activos de Cemex en Estados Unidos, la deuda neta de la empresa se ubicó en 2.68 veces su flujo operativo (EBITDA), con un 95 por ciento de la misma en dólares.

Escalante consideró que la reactivación que pretende Trump en el sector energético también beneficiaría a GCC, particularmente en Texas y al norte de ese país, donde tienen plantas.

En contraste con la constructora ICA y Cemex, que enfrentan problemas asociados a su deuda en dólares, la cual se amplía por la depreciación del peso, GCC obtiene ganancias cada vez que la moneda mexicana se debilita.

“Los precios del cemento han estado subiendo y ellos aumentan sus ingresos de venta, además si los venden en dólares pues les refleja más ganancia en los estados de resultado, además, aunque su deuda esté en dólares, con la planta que adquirieron de Cemex en Estados Unidos se incrementan aún más sus ingresos en esa moneda”, explicó Rodrigo Alfaro, CEO de 9Capital.

Según sus resultados del tercer trimestre de 2016 (último dato disponible), la generación de flujo operativo de GCC experimentó un alza de 32.3 por ciento, motivada entre otras cosas por la depreciación del peso frente al billete verde. De hecho, la cementera mexicana lideró el crecimiento en EBITDA durante ese lapso.

Durante 2016 y en lo que va de 2017, los títulos de GCC se han revaluado 1.96 veces en la BMV, nivel similar al alza de 2 veces que tuvo Cemex en el mismo periodo.

Sin embargo, su nivel de bursatilidad es bajo, pues comparado con Cemex que cuenta con un volumen diario de operaciones de casi 50 millones de acciones, GCC registra apenas 77 mil transacciones.

De acuerdo con Escalante, esta situación podría verse remediada con la puesta en circulación de las 76 millones de acciones de GCC que Cemex pondrá a la venta mediante una oferta pública secundaria.

“En el corto plazo no tenemos planeado llevar a cabo ningún follow-on (oferta subsecuente nuevas acciones). Sin embargo, si hay interés por aumentar la bursatilidad de la acción de GCC y creemos que esto se va a lograr con la venta que haga Cemex”, agregó el CEO.

Fuente: El Financiero

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Aletia Molina

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