Los Falcons habían dejado ir una ventaja de 25 puntos cuando apenas comenzaba el tercer cuarto para caer en tiempo extra 34-28 ante los Patriots en el Super Bowl LI, que se disputó en el NRG Stadium de Houston ante 70.807 aficionados.
El primero en participar en la rueda de prensa posterior al partido fue el entrenador en jefe de los Falcons, Dan Quinn, que reconoció lo duro de la derrota.
«Nunca habrá manera de olvidar esta derrota, pero dejamos de hacer muchas cosas y contra un buen equipo, lo pagas», admitió Quinn, que ya se había enfrentado a los Patriots en el Super Bowl como coordinador defensivo de los Seahawks de Seattle. «Hay que ser fuertes y tratar de mejorar. Pero nunca se olvidará».
El Super Bowl nunca había ido a un tiempo extra, instancia en la que la ofensiva de los Falcons ni siquiera pisó el césped artificial del NRG Stadium porque la tiro de la moneda favoreció a los Patriots con la posesión del balón.
Pero antes los Patriots habían anotado 25 puntos sin ningún tipo de respuesta por parte de los Falcons, que reconocieron que al final se quedaron sin reservas físicas.
El mariscal de campo Tom Brady, de los Patriots, al valorar sobre la experiencia de los Super Bowls, advirtió de lo importante de saber dosificar las fuerzas hasta el final.
El pasador Matt Ryan, que se convirtió en el octavo jugador que gana el premio como Más Valioso de una campaña y luego pierde el partido de Super Bowl, reconoció que cometieron errores mentales que les costó llevarse lo que hubiera sido el primer título en los 51 años de historia del equipo.
«No tuvimos muchas jugadas de ataque en la primera mitad. Comenzamos un poco lentos, pero la defensa nos ayudó al aportar entregas de balón», explicó Ryan. «Empezamos bien el tercer cuarto e hicimos algunas cosas buenas igual en el último (pero) cometimos errores mentales en los momentos más importantes, como después de la patada corta, en la que teníamos oportunidad.
«Debimos salir con puntos de ahí. Nos equivocamos, me capturaron, cometimos castigos y dejamos escapar puntos que nos hubieran servido al final», lamentó Ryan, que se refería a la penúltima serie del tiempo regular.
Los Falcons comenzaron en la yarda 49 de Nueva Inglaterra y en la que llegaron hasta la yarda 22, antes de que fuera capturado en la 35, acción que, sumada a un castigo por sujetar del ackle Jake Matthews, los mandó hasta la 45, donde estaban ya fuera del rango para intentar un gol de campo y tuvieron que despejar con 3:38 minutos para el final del partido.
A partir de ahí, los Patriots anotaron dos touchdowns para mandar el partido a la prórroga, en la que Brady ya ni les prestó el balón al cerrar la última serie con ocho jugadas, 75 yardas y el touchdown del corredor James White.
«En realidad no hay nada que se pueda decir. Es una derrota dura. Obviamente muy decepcionante. Estuvimos muy cerca de terminar el trabajo de la manera que queríamos, pero es difícil encontrar palabras», señaló Ryan.
La defensiva de Atlanta también tuvo buena parte de responsabilidad en la catástrofe.
Los Falcons fueron incapaces de presionar a Brady en el último cuarto, luego de que en los tres primeros lo capturaron cinco veces, al tiempo que Ryan completaba 13 de sus primeros 15 pases con dos touchdowns y sin capturas.
Pero Ryan apenas completó cuatro de sus últimos ocho envíos, con tres capturas.
El profundo Ricardo Allen dijo que se encontraba «roto» por lo sucedido y reconoció que habían cometido «las peores tonterías cuando menos deberíamos, simplemente es terrible lo que paso en el campo, fuimos nuestros peores enemigos».
Fuente: MundoDeportivo