Guillermina Gómora Ordóñez
Los partidos políticos en México enfrentan la más grave crisis de confianza en su historia, las nueve organizaciones a nivel nacional (12 en algunos estados), dejaron de representar a los ciudadanos. Prueba irrefutable de ello son los elevados índices de abstencionismo, que rondan el 60 por ciento, en elecciones estatales o federales.
La gente está harta de los excesos de sus dirigentes, de la decadencia de sus prácticas clientelares, tribales, dedazos, alianzas, protagonismos y de la ignominiosa corrupción e impunidad con la que se conducen sus representantes populares cuando arriban al poder.
El oportunismo, disfrazado de alianzas o coaliciones, con el que se han conducido en los últimos años para mantener el control del poder las principales fuerzas políticas del país: PRI, PAN y PRD así como, sus partidos satélites PVEM, PANAL, PT, MC y PES, asfixiaron a los electores, los hartaron.
Resulta risible y poco creíble ver al PAN (derecha) y al PRD (izquierda) ir en alianza, cuando no hay coincidencia ideológica, sino el interés de hacerse del poder de forma mancomunada. Un Frankenstein que no responde a las necesidades e intereses de sus gobernados, como sucedió en Oaxaca y Sinaloa con los aliancistas Gabino Cué y Mario López Valdés, respectivamente.
La alternancia en el poder fracasó, las expectativas ciudadanas no se cumplieron y la promesa del cambio se quedó en el limbo. Al final del día resulta que “es la misma gata, nomás que revolcada”.
En este marco es que surge el “Cuarto Polo”, una alternativa para los comicios federales y algunos estatales del 2018. Una opción que, a decir del jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, sería la suma de mayorías -partidos y ciudadanos- respaldando un proyecto común que responda a las necesidades del país y los mexicanos de manera consensuada con el Congreso.
El “Cuarto Polo”, autoría del veracruzano Dante Delgado, dirigente de Movimiento Ciudadano (MC) va ganando adeptos y entre sus filas hay intelectuales, empresarios, activistas, líderes sociales y políticos como Cuauhtémoc Cárdenas, con su “Nuevo Proyecto de Nación”, además de funcionarios activos como Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco”, gobernador de Nuevo León y Enrique Alfaro, presidente municipal de Guadalajara, Jalisco.
Este “Cuarto Polo”, pretende aprovechar el malestar y decepción ciudadana hacia la partidocracia para construir una nueva plataforma que empodere a los ciudadanos en el 2018 en la contienda por la Presidencia de la República y en la Ciudad de México, que por primera vez contará con un gobernador, bajo la figura de gobiernos de coalición que ha promovido el priista Manlio Fabio Beltrones.
La intención era ponerlo en práctica este 2017 en el Estado de México, llevando como candidato al periodista Javier Alatorre, sin embargo, no se alcanzaron los acuerdos necesarios y ahora van por el 2018. Será en septiembre próximo que se conozcan los avances de este esfuerzo plural.
Sus organizadores pretenden que en el mes patrio se tenga claro quien encabece el “Cuarto Polo”; como candidato a la presidencia anote entre los punteros al jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, quien es visto con buenos ojos entre los organizadores y a decir de las encuestas está mejor posicionado no sólo en la Ciudad de México, sino al interior de la República. Cuauhtémoc Cárdenas, quien juega como un factor de cohesión en este grupo trabaja duro para convencer al “Bronco” de que acepte respaldar el proyecto.
La figura de candidato independiente, sin filiación partidista, le suma puntos a Mancera y hay quienes aseguran que de aplicarse a fondo, ya sin la responsabilidad de gobernar la capital del país, provocaría serios dolores de cabeza a los actuales aspirantes a suceder a Enrique Peña Nieto.
Esta alianza de izquierdas y de intereses ciudadanos va contrarreloj y si pretende vencer al sistema, debe explicar y difundir en que consiste el “Cuarto Polo”, pues aunque los partidos involucrados representan el 19.80 por ciento del total de votos y el 20 por ciento de los electores, afirman que apoyarían en 2018 a un candidato independiente, resulta impostergable explicar cómo, cuándo y con quién darán la batalla por la Presidencia de la República y la primera gubernatura de la Ciudad de México.
Jugarle a la improvisación y a los protagonismos, puede darle al traste a esta opción ciudadana. Basta recordar una de las máximas de Jesús Reyes Heroles, “primero el proyecto, luego el hombre”. El que entendió, entendió.
Vericuentos
Monreal en capilla
Con la soga al cuello se encuentra el delegado en Cuauhtémoc, Ricardo Monreal, quien ve cada vez más lejanas sus aspiraciones de ser el primer gobernador de la Ciudad de México. El reciente escándalo de la adjudicación directa de 14 contratos favoreciendo a su hija, Catalina Monreal y a sus amigos de Zacatecas, lo ha puesto en la mira de la Contraloría del gobierno capitalino y de su mentor, Andrés Manuel López Obrador, que enarbola la bandera de la honestidad valiente. ¿Aceptará Morena respaldar a un candidato tan cuestionado por actos de corrupción? ¡Ay nanita!
Mancera emplaza a gabinete
Operación limpieza realizará la próxima semana el jefe de Gobierno de la Ciudad de México en su equipo de trabajo. Ya no quiere más “Torrucos” y emplazará en reunión de gabinete a sus colaboradores a definir sus opciones políticas. No se vale dobletear, como su ex secretario de Turismo, Miguel Torruco Marqués, que en pleno cese tuvo la puntada de proponer a Mancera que podía con los puestos. Vaya descaro. En fin, hay quienes advierten que bajo el manto de AMLO, Torruco podría operar como “subsecretario de casos no previstos”. ¡Órale!
Murat a la CNOP
Como lo adelantamos, el nuevo dirigente nacional de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP) es José Murat Casab. El oaxaqueño regresa a cobrar favores y al más viejo estilo en el nuevo PRI se ha colado al primer círculo de Enrique Ochoa, dirigente nacional del tricolor. Dicen que más sabe el diablo por viejo que… ¡Sopas!