Las negociaciones de paz sobre el conflicto en Siria, auspiciadas por las Naciones Unidas, se reanudaron hoy aquí con pesimismo, ya que no se prevé una solución inmediata a la guerra que ha dejado más de 310 mil muertos y casi 12 millones de desplazados internos y refugiados.
Las conversaciones en Ginebra, las primeras en 10 meses, iniciaron con una reunión del enviado especial de las Naciones Unidas para Siria, Staffan de Mistura, con los representantes del régimen de Bashar al Assad y de la oposición siria.
La delegación del gobierno sirio está encabezada por el embajador de ese país ante Naciones Unidas, Bashar al Jaafari, mientras la oposición está representada por Naser Hariri, miembro de la Coalición Nacional Siria.
Las negociaciones de paz, denominadas Ginebra IV, se basarán en la resolución 2254 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que prevé el establecimiento de un gobierno “creíble, inclusivo y no sectario”, un calendario para la elaboración de una nueva Constitución y la celebración de elecciones libres y justas.
De Mistura admitió la víspera que no espera una solución «inmediata» al conflicto, pero su intención es crear un «impulso muy proactivo» para promover una serie de rondas que permitan profundizar en las cuestiones sustanciales para un acuerdo político en Siria.
Alertó que serán numerosos los intentos de hacer descarrilar las negociaciones de paz en Ginebra, que se celebran en medio de un alto al fuego en Siria, vigente desde el pasado 30 de diciembre tras ser logrado gracias a la mediación de Rusia, Turquía e Irán.
Como muestra de su compromiso con esta nueva ronda de negociaciones, Rusia pidió al gobierno sirio detener cualquier operación militar aérea en las zonas cubiertas por el alto al fuego.
Por su parte, el emisario de las Naciones Unidas exhortó a los grupos armados a hacer un gesto similar y “evitar cualquier tipo de provocación” que pueda llevar al fracaso de las tregua.
Hasta ahora el único avance que se prevé en Ginebra es el anuncio de que la oposición siria aceptaría negociar directamente con los representantes del régimen de Al Assad en la misma sala y no a través de mediadores.
En las tres rondas de negociaciones celebradas el año pasado en Ginebra, las dos partes nunca llegaron a sentarse en una misma mesa y de Mistura actuó como intermediario.
Esta cuarta ronda de conversaciones en Suiza forma parte de un nuevo intento para poner fin a la guerra en Siria, donde la situación ha cambiado respecto a la última vez que las dos delegaciones se encontraron en Ginebra.
El régimen sirio, apoyado por sus aliados Rusia e Irán, ha retomado la ciudad de Alepo, bastión de la insurrección en el norte del país, mientras la oposición tan sólo controla en este momento un 13 por ciento del territorio.
El conflicto sirio, que inició el 15 de marzo de 2011 con una protesta contra el régimen de Al Assad y se convirtió en una guerra civil, ha dejado más de 310 mil muertos, más de dos millones de heridos, además cerca de 12 millones de desplazados internos y refugiados en otros países.
Fuente: Crónica