De cada lado, el Clásico de Clásicos 227 ofrece la ocasión para alejar fantasmas y exorcizar demonios.
Como con una cruz en la mano Guadalajara y América tratarán de alejar sus miedos en la nueva confrontación y volver al orgullo que da salir airoso de una batalla con el histórico rival.
De parte de las Chivas su «demonio» es la mala racha que tienen como locales en los Clásicos, prácticamente desde que dejaron al Estadio Jalisco y estrenaron casa.
El chiverío sólo tiene un triunfo en el primero de los 8 encuentros contra los azulcremas en el Estadio Chivas, donde hoy se verán las caras a las 21:06 horas.
Y en la parte americanista está el retomar una senda ganadora y acabar así con el peor arranque de torneo en la era de Ricardo Peláez como presidente deportivo.
«Es un partido muy importante, un Clásico, la gente quiere que en este tipo de partidos el equipo se muestre bien y lo vamos a hacer», comentó Peláez.
El dirigente de las Águilas se encuentra en su inicio de campaña con más baja productividad de puntos desde que llegó al escritorio en Coapa en el Clausura 2012.
Hasta el momento, las Águilas sólo tienen 7 unidades, lo que se acerca más a los primeros torneos de Peláez como directivo, pero ni en ese entonces la cosecha fue tan baja.
En sus dos primeros torneos con América, Ricardo vio cómo el equipo logró 9 puntos en sus primeros 6 encuentros, pero a partir del tercer torneo, el Clausura 2013, la ganancia fue de 15 unidades y justo al final de ese campeonato el conjunto de Coapa se coronó.
Desde entonces no bajó de la producción de dos dígitos. Lo menos que hizo el conjunto americanista desde entonces fue 11 puntos en los primeros 6 duelos en el Clausura 2015, Clausura 2016 y Apertura 2016, curiosamente tres de los anteriores cuatro torneos, lo que podría ya marcar una tendencia a la baja, ya que se extiende a las 7 unidades en el Clausura 2017.
«Hay buen ambiente afortunadamente, hay competencia, estamos bien, nos vamos a recuperar», aseguró Peláez.
«No hemos tenido un buen inicio, eso tampoco lo podemos negar, no el que esperábamos. Sí podíamos prever algo así por la cercanía de torneo a torneo, pero nunca como esto. Vamos a tratar de levantar y acercarnos a las posiciones (de arriba)».
Fuente: Reforma