Joaquín El Chapo Guzmán permanece encerrado 23 horas diarias, no se le permite recibir visitas y ni siquiera tomar un vaso de agua, acusaron sus abogados.
El narcotraficante mexicano compareció ayer por segunda ocasión ante un tribunal federal del distrito de Brooklyn, Nueva York, donde enfrenta cargos por 17 delitos, como operación continuada de una empresa criminal, corrupción, concierto para delinquir, tortura, importación de drogas, distribución de armas y lavado de dinero.
El 20 de enero pasado, un día después de su extradición a Estados Unidos, el capo compareció por primera vez en el tribunal de Brooklyn para la lectura formal de los cargos y en esa audiencia se declaró “no culpable”.
Ayer, sus abogados defensores, Michael K. Schneider y Michelle Gelernt, protestaron por la condiciones “demasiado estrictas” de encarcelamiento a las que está sometido.
“Creemos que se debe conceder el permiso de visita con su esposa, para hacer llamadas telefónicas a nuestra oficina sin más restricciones. Creemos que debido a que no ha causado problemas de seguridad desde que ha venido a este país y que se ha conducido como debe ante la corte y con los agentes que lo arrestaron, las restricciones actuales son excesivas”, reprochó Gelernt en declaraciones a medios de comunicación.
Guzmán se encuentra recluido en una unidad especial del Metropolitan Correctional Center, en el bajo Manhattan, donde han sido encarcelados delincuentes como Ramzi Ahmed Yousef, autor intelectual del atentado en 1993 contra el World Trade Center, y Bernard Madoff, banquero acusado de un fraude por 52 mil millones de dólares.
Ante las acusaciones de la defensa de El Chapo, el juez de distrito Brian Cogan ofreció consultar al Buró Federal de Prisiones a fin de determinar en qué condiciones permanece recluido el narco mexicano, aunque consideró que “la historia de los abogados es inusual”.
Además puntualizó: “Basado en lo que conozco del caso, hay fundamentos para tomar medidas de seguridad adicionales”.
El argumento de malos tratos también fue utilizado por los abogados de El Chapo en México, durante el periodo que permaneció preso en dos cárceles federales de máxima seguridad luego de ser recapturado el 8 de enero de 2016.
José Refugio Ramírez, uno de los representantes del narco, manifestó en varias ocasiones que el trato hacia su cliente era similar a la tortura, pues no lo dejaban dormir, convivir con otros presos ni recibir las visitas suficientes, lo que le generaba ansiedad y presión arterial alta.
Durante la audiencia de ayer, Schneider y Gelernt cuestionaron también la extradición de Guzmán, al argumentar que no recibieron la documentación suficiente que avalara el traslado de su cliente a este distrito judicial.
El fiscal Robert Capers cuestionó que El Chapo esté representado por abogados de oficio, cuando puede pagar por su defensa.
Además acusó que los representantes legales de Guzmán enfrentan posibles conflictos de interés, pues anteriormente también defendieron a narcotraficantes que fueron cómplices del cártel de Sinaloa y que ahora son testigos del gobierno estadunidense, por lo que pueden tener información privilegiada que favorezca al capo.
Se sabe que Schneider defendió a Genarro Bruno, miembro de La Cossa Nostra, mientras Michelle Gelernt representó a Henry Kanagbou, condenado por importación y distribución de cocaína.
A la audiencia, celebrada en medio de un gran despliegue de seguridad, acudieron la esposa del narcotraficante, Emma Coronel, y su abogada en México, Silvia Delgado. “Estoy bien, ustedes vieron lo que yo vi… bien, bien”, señaló Coronel a reporteros.
Fuente: Milenio