El primer ministro de Australia, Malcolm Turnbull, espera que el acuerdo de refugiados con Estados Unidos siga adelante, pese a la dura crítica del presidente Donald Trump.
Turnbull añadió que estaba «muy decepcionado» por la fuga de información de la llamada telefónica que mantuvo con Trump, que de acuerdo con The Washington Post, terminó en forma abrupta.
El mandatario estadunidense cortó la llamada cuando Turnbull mencionó el convenio referido, señaló el rotativo, pero de manera oficial el primer ministro australiano sostuvo que la llamada término «con cortesía».
«La pregunta es, ¿va a comprometerte a cumplir el acuerdo?, y él ha dado su compromiso», aseguró Turnbull. La llamada con el presidente fue «muy franca y directa», dijo, negándose a dar más detalles.
El mandatario estadunidense, según el Post, le colgó a Turbull cuando este abordó el acuerdo de refugiados, mientras Trump señaló que tuvo su peor llamada con un líder extranjero.
Después en su cuenta oficial de Twitter, el presidente de Estados Unidos, dijo que «iba a estudiar ese tonto acuerdo».
Según el convenio, Estados Unidos recibiría hasta dos mil 250 solicitantes de asilo, la mayoría de los cuales se encuentran en los centros de refugiados que tiene Australia en las islas del Pacífico de Nauru y Papúa Nueva Guinea.
A cambio, Australia tomaría refugiados de El Salvador, Guatemala y Honduras.
Según The Washington Post, Trump acusó a Turnbull de tratar de exportar los «próximos bombarderos de Boston», en referencia a los ciudadanos estadunidenses Tamerlan y Dhozkar Tsarnaev, nacidos en Rusia, que pusieron dos bombas en el maratón de Boston 2013.
La llamada, que se esperaba duraría una hora, tuvo una duración de 25 minutos, según los informes, mientras Turnbull aseguró que el mandatario estadunidense trató de llevar el diálogo hacia otros temas, como Siria.
Trump publicó en Twitter: «El gobierno de Obama acordó tomar miles de inmigrantes ilegales procedentes de Australia. ¿Por qué? Estudiaré ese tonto pacto».
Australia ha sido criticado en varias ocasiones por los grupos de derechos humanos por su dura política sobre los refugiados y solicitantes de asilo.
Cuando el acuerdo fue negociado por primera vez en noviembre, se acordó que las autoridades de Washington evaluarían a los refugiados y decidiría cuales serían reubicados en territorio de Estados Unidos.
Fuente: Radio Fórmula