La incertidumbre causada por las propuestas comercial y fiscal de Estados Unidos y su posible resultado, sumada al bajo crecimiento económico, la deuda en México y la depreciación del peso, señalan una perspectiva negativa para la calificación soberana de México por parte de las tres calificadoras principales: Moody’s, Fitch y Standard & Poor’s.
La situación incluso llevaría a Moody’s a reducir la nota en dos escalones en el escenario más pesimista que es la cancelación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), pero sin cuestionar en ningún momento, el grado de inversión, apuntó Jaime Reusche, analista soberano de México.
“De ninguna manera se cuestionaría el grado de inversión, incluso bajo el escenario más catastrófico que es la cancelación completa del TLCAN, donde la economía se contraería más de tres por ciento, incluso cuatro por ciento y las exportaciones caerían 25 por ciento”, dijo Reusche.
Moody’s analiza a México bajo tres escenarios: la modificación del TLCAN, la entrada del BAT y la cancelación del TLCAN.
“En general bajo todos los escenarios vemos un deterioro en el nivel de deuda pública que en el margen podría afectar la calificación, aquí es donde puede ser importante la respuesta que puedan tener las autoridades mexicanas, la respuesta de política fiscal y macroeconómica si es que mitiga el golpe creando más espacio fiscal.
Es lo que seguimos queriendo evaluar y estaremos evaluando de cerca con las autoridades”, dijo Reusche.
Ayer por la mañana Moody’s redujo la perspectiva de crecimiento para México de este año de 1.9 por ciento a 1.4 por ciento.
El bajo crecimiento que se espera de la economía, causado en parte por el entorno externo podría minar la calificación del país, que incluso ya fue revisada con perspectiva negativa en diciembre, indicó a El Financiero Shelly Shetty, directora de calificaciones soberanas para América Latina de Fitch.
“Seguimos creyendo que México enfrenta creciente incertidumbre, pensamos que el crecimiento podría producir un rendimiento menor de su calificación en el siguiente periodo. Eso, aunado a la depreciación del peso podría traer retos para la estabilización de la deuda especialmente en el contexto de que esta deuda ha estado creciendo en los últimos años (…) La calificación de México está bajo presión”, dijo.
A pesar del entorno adverso, indicó que México está bien posicionado en términos crediticios y que el Banco de México ha sido proactivo al manejar la inflación.
Fuente: El Financiero