Las políticas del Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, podrían limitar las aportaciones financieras que ese país hace a organismos internacionales que velan por la salud global, advirtieron especialistas.
«Mi pronóstico, lamentablemente, es muy pesimista en lo que se refiere a participación del Gobierno de Estados Unidos en inversión en salud doméstica y, por lo tanto, global», dijo Jaime Sepúlveda, investigador de la Universidad de California.
«Ya salió el decreto presidencial que impide la inversión en salud reproductiva y en abortos con recursos federales. Ya anunció el recorte a Naciones Unidas, y esto implica también un recorte a la Organización Mundial de la Salud y a la Organización Panamericana de la Salud».
El académico sostuvo que algunos proyectos sanitarios de otros países que reciben financiamiento de Estados Unidos podrían verse afectados.
Al respecto, Gerry Eijkemans, representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en México, señaló que esperarán a confirmar las intenciones de Trump.
«Tenemos esperanza, fe, en que no se va a afectar el presupuesto de la OPS, porque eso también afectaría a Estados Unidos», expresó en entrevista.
En el caso de México, Mauricio Hernández, director del Instituto Nacional de Salud Pública, reconoció que las decisiones del Mandatario sí podrían afectar proyectos futuros entre ambos países.
«Lo que sí puede pasar es que nuevos proyectos, que son proyectos competitivos, no tengan el mismo apoyo que tenían durante la Administración del Presidente Obama», sostuvo.
Actualmente, el Instituto recibe financiamiento de alrededor de 100 mil dólares por parte del Instituto Nacional del Cáncer de EU para un estudio sobre cáncer poblacional, el cual, aseguró, no se vería afectado.
«Ese financiamiento que ya otorgó el Instituto Nacional del Cáncer, ya tiene un contrato firmado y seguirá su curso muy bien. Yo confío en que en cuestiones de seguridad global, de enfermedades infecciosas, va a seguir un muy buen espíritu de colaboración», opinó.
Carlos del Río, académico de la Escuela de Medicina de la Universidad de Emory, señaló que las metas del milenio en temas de salud global, proyectadas para 2030, no se pueden cumplir si los países no colaboran entre sí.
«El principal riesgo para la salud global es que cada país se las vea por sí solo. No podemos entrar a ese punto de proteccionismo y aislamiento, porque eso sería regresar a la edad media», alertó.
«Tenemos que colaborar, porque es bueno para todos que haya menos gente con enfermedades transmisibles a nivel mundial».
Fuente: Reforma