La película «Moonlight» le puede arrebatar algunos de los premios importantes a «La La Land». Sin embargo, la carrera en algunas de las categorías principales de los premios de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos es más ajustada de lo que algunos creen.
Desde su estreno el pasado 9 de diciembre, La La Land («La ciudad de las estrellas») no ha hecho más que cosechar premios y recaudar dinero en las taquillas.
Con sus 14 nominaciones para los Oscar, con las que igualó el récord de All About Eve y Titanic, la película dirigida por Damien Chazelle se convirtió en favorita para la gala de este domingo.
Pese a mantener ese favoritismo, de un tiempo a esta parte algunas de sus competidoras están cobrando nuevos impulsos, especialmente Moonlight, de Barry Jenkins.
Hasta ahora, La La Land se ha impuesto a Moonlight como mejor película en las entregas de premios en las que han sido directas competidoras.
Pero Moonlight llega a la gala con mayor ímpetu, o momentum, esa palabra que le gustaba tanto al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, durante la campaña electoral y que acabó por darle la razón.
Gracias a Mia, la aspirante a actriz que Emma Stone interpreta en La La Land, la actriz estadounidense ha ganado el Globo de Oro, el premio del Sindicato de Actores y, más recientemente, el Bafta de la Academia Británica de Cine.
Todo indica, por tanto, que este domingo añadirá el Oscar a su exposición personal de trofeos.
Al fin y al cabo, ha batido a prácticamente todas las otras candidatas en las mencionadas ceremonias.
La francesa Isabelle Huppert (Elle) es la competidora más fuerte de la estadounidense Emma Stone (La La Land).
No tan rápido: hasta ahora Stone no se ha enfrentado directamente a la francesa Isabelle Huppert, que borda su personaje Michèle Leblanc en la película Elle.
Al igual que Stone, Huppert ganó el Globo de Oro, que tiene distintas categorías para dramas y comedias o musicales.
La francesa no compitió con Stone en las otras citas de premios por no haber sido nominada, lo que hace pensar que la estadounidense cuenta con más apoyos.
Del otro lado surgen voces que dicen que Huppert merece un premio de la Academia de Hollywood y que este puede ser el momento.
Cuando se estrenó a principios del pasado noviembre, parecía que Fences iba a ser una vía directa al Oscar para sus protagonistas Viola Davis y Denzel Washington.
Ambos ganaron ya sendos premios Tony de teatro por los mismos papeles en la obra de August Wilson y lograron trasladar esa energía a la pantalla grande.
Davis nunca ha dejado de ser la clara favorita en su categoría pero conforme los críticos empezaron a ensalzar la actuación de Casey Affleck en «Manchester frente al mar», las posibilidades de Washington fueron disminuyendo.
La sorpresa del premio del Sindicato de Actores (SAG) a Washington en lugar de Affleck volvió a agitar las cosas.
Hasta el mes pasado, Casey Affleck (derecha) era claro favorito para hacerse con el Oscar, pero las opciones de Denzel Washington han mejorado en las últimas semanas.
La Academia británica ni siquiera nominó a Washington para los Bafta y el premio fue para Affleck, pero normalmente quien obtiene el SAG suele ganar el Oscar.
Las opciones de Affleck se vieron de algún modo afectadas por un caso de 2010 en el que dos empleadas lo demandaron por acoso sexual y que volvió a salir a la luz.
Quienes le restan mérito a Washington dicen que su papel en Fences es muy teatral y que para eso ya tiene el Tony como reconocimiento.
El camino de La La Land hacia este premio está cuesta arriba porque los musicales rara vez son reconocidos por su guion.
Sin embargo, este es un tipo de musical distinto, con identidad propia.
Por su parte, el dramaturgo Kenneth Lonergan, finalista en 2001 al premio Pulitzer, ha escrito un guion exquisito para «Manchester frente al mar» y así ha sido reconocido por la crítica.
El premio más reciente fue el Bafta a mejor guion, con el que se impuso tanto a La La Land como a Moonlight.
En los Oscar, Moonlight está nominada en la categoría de guion adaptado, así que queda fuera de la ecuación.
El dramaturgo Kenneth Lonergan tiene grandes opciones para ganar el Oscar a mejor guion original por «Manchester frente al mar».
La única ocasión en que el guion de Chazelle derrotó al de Lonergan en enfrentamiento directo fue en los Globos de Oro, pero aquello fue el 8 de enero.
Desde entonces, son muchas más las voces que defienden la escritura y complejidad del guion de «Manchester frente al mar» sobre el del musical de Chazelle.
Antes del veto migratorio del presidente Trump, parecía que esta categoría iba a ser cosa fácil para la comedia alemana Toni Erdmann, dirigida por Maren Ade.
Tiene el tipo de espíritu que puede cautivar a los académicos.
Pero tras la orden ejecutiva por la que se restringía la entrada a Estados Unidos de los ciudadanos de 7 países de mayoría musulmana, entre ellos Irán, de repente surgió una oportunidad de lanzar un mensaje político con un premio.
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Si bien la orden ejecutiva está paralizada por los tribunales, el director de cine iraní Asghar Farhadi, candidato en esta categoría por la película The Salesman («El viajante») renunció a asistir a la gala.
Darle el premio a Farhadi puede ser para Hollywood una forma de mostrar su rechazo a Trump.
«The Salesman», «A Man Called Ove» y «Toni Erdmann» tienen opciones similares a ganar el Oscar a mejor película de habla no inglesa.
Entre medias, la sueca A Man Called Ove, dirigida por Hannes Holm, es una amenaza latente de la que no muchos hablan.
Es una tragicomedia fácil de ver que puede encajar con los gustos de la Academia y tiene además una segunda nominación (maquillaje y peluquería) para darle impulso.
Fuente: BBC
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