El paraje turístico de Cancún, Quintana Roo, tendrá su primera ‘prueba de fuego’ después de que Donald Trump tomara la presidencia de Estados Unidos; el caribe mexicano recibirá a unos 35 mil estudiantes norteamericanos (spring breakers), indicó el presidente de la Asociación de Propietarios, Inversionistas y Prestadores de Servicios de la Riviera Maya, Lenin Amaro Betancourt.
Amaro asegura que la coyuntura bilateral no ha afectado al turismo nacional.
El presidente de la Asociación acotó que la Riviera Maya y la capital de Quintana Roo no se han visto menguadas en materia turística proveniente de Estados Unidos; aunque, dijo, podría afectar si la administración de la Unión American emitiese un ‘warning’ para con sus ciudadanos, recomendando no entrar a las fronteras mexicanas.
Por eso es urgente mejorar las condiciones y la seguridad en el destino, con el fin de no ser el factor determinante que nos reste visitantes. En números, sabemos que del total de turistas que nos eligen, el 45 por ciento son ciudadanos norteamericanos, quienes nos visitan por la calidad de los servicios y la belleza del destino”.
Debemos trabajar con empeño en mejorar condiciones de seguridad pública, en la recuperación de playas y en disminuir a su mínima expresión la violencia; si logramos el objetivo, aún con las especulaciones del señor Trump o de cualquier otro detractor, nuestros destinos seguirán siendo de la elección generalizada e internacional”.
Por su parte, David Micó, Cónsul General y Oficial Principal de Estados Unidos en Mérida, Yucatán, aseguró que sostiene mesas de trabajo con autoridades de seguridad local, y la representación diplomática ofrece atención integral a los turistas y garantiza la seguridad en los centros vacacionales citados.
Se mantiene un trabajo coordinado para desarrollar la competitividad, la infraestructura, la calidad y la calidez en el servicio, además de empoderar el cuidado de bellezas naturales de la región; en este sentido, la temporada de ‘spring break’ se caracteriza porque estudiantes estadunidenses huyen de sus residencias para evitar las bajas temperaturas.
Para la presente temporada, se prevé que, durante cinco semanas a partir de la primera de febrero, la afluencia sea de entre 30 y 35 mil springbreakers; los jóvenes turistas dejarían una derrama económica que superará los 39 millones de pesos, pues se estima que cada persona, en una estancia promedio de cinco a seis noches, gasta mil 300 dólares.
Fuente: Excélsior