Nibiru es un planeta misterioso, azul y gigante: uno de los siete cuerpos de la galaxia que orbitan al Planeta X, en realidad un sistema solar; en la repetición del ciclo anual que siempre terminar por fallar, pero nunca deja de renacer, Nibiru es la amenaza que destruirá en octubre de este 2017 al hogar de la especie humana, el Planeta Azul.
La fuerza de gravitación de Nibiru será la que destruya a la Tierra.
Si los científicos no han detectado el peligro de gravitación del planeta, se debe a la aproximación oblicua con que se acerca a la Tierra; los sismos y las tormentas son las evidencias esgrimidas para demostrar la aproximación de esa masa destructiva, y este 2017, la prensa sensacionalista retoma hipótesis: aseguran que la amenaza es inminente.
A lo largo de la historia, múltiples veces se han estipulado fechas para que la Tierra y los seres vivos que alberga se extingan: todas, hasta el momento, fallidas. Recordemos una de las más destacadas, una presunta profecía maya fechada para el 21 de diciembre, que al final no sucedió. El 29 de julio de 2016 se esperaba la inversión de los polos terrestres”.
Asimismo, un asteroide colisionaría con el planeta y lo destruiría el 16 de mayo también de 2016: el vaticinio de la colisión de asteroides es la más socorrida y, hasta ahora, ninguna se ha cumplido; existe una excepción parcial, y se trata de lo ocurrido hace 65 millones de años: un asteroide se estrelló en Yucatán y propició la desaparición de los dinosaurios.
Dicho choque creó un cráter que el año pasado recibió la visita de una brigada de científicos internacionales, con el objeto de recabar evidencias a una profundidad de 600 metros, lo cual sigue en análisis. Los creyentes esperan el impacto de Nibiru en octubre, aunque ya ha fallado en sus llegadas previstas para diciembre de 2015, 2012 y 2003”.
Fuente: Excélsior