En Contexto

Los Botero y Siqueiros de Javier Duarte

Publicado por
Aletia Molina

Alejandro Aguirre Guerrero

Si consideramos que Javier Duarte habría desviado en total, por diversas vías y formas, alrededor de 50 mil millones de pesos pertenecientes a los veracruzanos, cualquier recuperación menor a la mitad de esa cantidad podría resultar insignificante.

Veracruz se cuece aparte. Tomando en cuenta lo lastimadas que quedaron las arcas estatales posterior al torbellino llamado «Javier Duarte», si bien recibir 412 millones de pesos es tan sólo una pequeña mordida a lo mucho que robó, «de lo perdido, lo ganado».

Si hay algo que escasea en Veracruz además del dinero, es la confianza en los que ostentan el poder, aunque hayan cambiado de apellido. La historia reciente ha generado que en el estado, por muy buenas intenciones que tenga el nuevo Gobernador, se requieren demostraciones tangibles y concretas, «la burra no era arisca, la hicieron a palos».

En conferencia de prensa, Miguel Yunes declaró que el dinero recuperado y entregado por la PGR se invertirá en el sector salud, en remodelación y equipamiento tanto de clínicas como hospitales de alta especialidad. Bien por informarlo, sin embargo, muchos no le creerán hasta constatarlo de manera tangible.

Si bien es cierto que Javier Duarte, con sus robos descarados, desgastó, entre otros aspectos, la figura del Ejecutivo, Miguel Yunes no puede sentarse a esperar, sin «agua va», que los veracruzanos le crean a ciegas por el hecho de haber ayudado a desenmascarar al ex gobernador prófugo. Necesita demostrar a través de la comunicación conjunta, más allá de la habitual conferencia de prensa o el Periscope en redes sociales.

El Gobernador de Veracruz tiene aún, según los tiempos marcados por tendencias electorales, 4 ó 5 meses «lunamieleros» con los ciudadanos, posterior a ellos, si no aprovecha más sus acciones o resultados, sean pocos o muchos, pagará los «platos rotos» de no comunicar integralmente.

Los millonarios cuadros de Javier Duarte

Se me ha informado que en una presunta casa de Javier Duarte, esa misma donde también encontraron una cantidad importante de centenarios, ubicada en la Ciudad de México, fueron halladas obras de David Alfaro Siqueiros y Botero originales, con costos aún por determinar, pero que según estimaciones, podrían superar, en conjunto, los 15 millones de pesos.

También se me dijo que Javier Duarte solía repartir millones de pesos en efectivo entre gente de «confianza» para que se los guardaran, y después, conforme los necesitara, irlos pidiendo; 5 millones por aquí, 5 por allá. Lo grave para él es que al tener que huir, ya no pudo pedirlos, y ahí se quedaron, para disfrute de otros.

Fuente: El Universal

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Aletia Molina