El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este miércoles un decreto para dar inicio a la construcción de un muro a lo largo de la frontera con México.
Sin embargo, en el borde fronterizo entre ambas naciones ya hay vallas y muros autorizados desde 1994, mismo año en que entró en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
A continuación te dejamos unos datos del muro que ya existe para dimensionar el alcance de la nueva construcción que pretende Donald Trump.
El primer muro de este tipo entre ambos países se dio en 1994, cuando en Estados Unidos el presidente demócrata Bill Clinton lanzó la «Operación guardián».
Dicha iniciativa propuso crear un cerco de una barda triple, con equipo técnico que constó de luces de extrema potencia alrededor de la línea divisoria entre Tijuana y California, de acuerdo con la Universidad Estatal de San Diego.
En diversos lugares de la frontera se tienen distintos tamaños del muro. La organización Americans for Legal Immigration Pac reporta que hay zonas en Laredo donde llega a los 3 metros de altura, que tiene como fin desviar a los migrantes o criminales a las zonas de vigilancia.
En McAllen, Texas, el alto de la cerca es de 5.4 metros y en unos puntos alcanza hasta los 6 metros, de acuerdo con Fox News.
Trump prometió hacer un muro «impenetrable», «físico», «alto», «poderoso», «hermoso», pero aún no hay un dato oficial sobre la altura que pretende tener.
Actualmente ya se tienen construidos 1,046 kilómetros de muros o vallas entre ambos países. Esto equivale a cerca del 33% de los 3,145 kilómetros de frontera total.
El muro ya existente se divide entre muros para impedir el paso de peatones (unos 509 kilómetros) y los restantes son vallas contra vehículos. Cerca de 59 kilómetros tienen doble o incluso triple barrera.
Tres estados de la Unión Americana concentran la mayor parte de la construcción fronteriza: California, Arizona y Nuevo México.
Sin embargo, también hay partes de muro en Texas, particularmente en las ciudades fronterizas mexicanos de Nuevo Laredo, Piedras Negras y Matamoros.
Además de la mencionada «Operación guardián» en 1994, la llamada «Ley del cerco seguro» propuesta por el expresidente George W. Bush en 2006 ayudó a complementar lo que hasta hoy se tiene de muro entre ambas naciones, así como de implementar barreras vehiculares, puntos de inspección y alumbrado.
«Este proyecto de ley hará nuestras fronteras más seguras. Es un paso importante hacia la reforma migratoria», dijo entonces Bush.
El muro ya existente entre ambos países se ha construido de diversos materiales: mallas reforzadas, planchas o láminas metálicas, tubos de acero y alambrados de púas, entre otros.
Asimismo, hay regiones que además cuentan con tecnologías y otros instrumentos de monitoreo, incluyendo aviones no tripulados o drones.
Estados Unidos debe apegarse a un tratado de 1970 que prohíbe la interrupción del flujo de ríos que dividen a ambas naciones. Unos de los más conocidos son el Río Bravo y el Colorado.
Pero además, hay desiertos y zonas inhóspitas que prácticamente son un «muro» para cualquier persona que quiera atravesar por ese lugar.
La actual barda ya construida tuvo un costo de 7 mil millones de dólares, de acuerdo con la Oficina de Rendición de Cuentas de los Estados Unidos.
Esta misma dependencia federal estimó en 2009 que mantener el muro actual costaría poco más de 6.5 mil millones de dólares al menos hasta 2030.
Hasta el momento no hay una cifra oficial y total del costo del muro que pretende construir Donald Trump.
Fuente: Nación321