El presidente palestino, Mahmud Abás, advirtió de que la paz podría verse perjudicada si el próximo gobierno de Estados Unidos sigue adelante con sus planes de trasladar la embajada estadunidense de Tel Aviv a Jerusalén.
Abás hizo declaraciones en la inauguración de la embajada palestina ante el Vaticano, tras una audiencia con el papa Francisco
El líder palestino dijo por intermedio de un traductor al italiano que sólo ha oído una propuesta del presidente electo estadunidense Donald Trump de trasladar la embajada a Jerusalén y no que no podía hacer declaraciones de forma oficial hasta que eso ocurra.
Pero añadió que «si esta es la decisión, trasladar la embajada a Jerusalén, no ayudará a la paz y confiamos en que no ocurra», añadió.
El encuentro de Abás con el pontífice forma parte de su campaña para recabar apoyos internacionales antes de la cumbre de paz que se celebra este fin de semana en París.
Los palestinos se oponen rotundamente a ese cambio, afirmando que acabaría con las esperanzas de negociar la paz y causaría agitación en la zona al menoscabar los reclamos musulmanes y cristianos sobre la ciudad.
Trump aún no ha expuesto una política clara para el Medio Oriente, pero ha emitido señales de que será más solidario con la ultraderecha intransigente israelí que gobiernos anteriores. También ha prometido trasladar la embajada.
En una misiva a Trump, el presidente palestino advirtió sobre los riesgos de semejante medida y le pidió que recapacite, a la vez que expresó su preocupación a mandatarios árabes y del mundo, dijo el canciller palestino Riyad Malki.
Desde hace años el Vaticano aboga por un estatus para Jerusalén, con garantías internacionales, que salvaguarde su carácter sagrado. No estaba claro si la Santa Sede mencionaría a Jerusalén en su comunicado posterior.
Durante el encuentro, Abás entregó a Francisco varios objetos que evocan el nacimiento del cristianismo en Tierra Santa, entre ellos una piedra de la Iglesia del Santo Sepulcro en Jerusalén y documentos sobre los trabajos de restauración de la Iglesia de la Natividad en Belén.
Después de la reunión con el pontífice, Abás inauguró formalmente la embajada palestina al otro lado de la calle de una de las puertas de entrada principal a la Ciudad del Vaticano. Develó una placa e izó la bandera palestina en un mástil.
La embajada, en el mismo edificio que las de Perú, Ecuador y Burkina Faso, es fruto de acuerdos recientes en los que la Santa Sede reconoció formalmente el «Estado de Palestina».
Fuente: Milenio