Los aumentos a los precios de las gasolinas y el diesel, en promedio del 20% desde el 1 de enero, significan una desafortunada decision gubernamental que ha provocado la “indignación y furia” de los mexicanos, porque son “un mazazo brutal” que empobrecerá a la clase media y alejará todavía más a los pobres del país de la esperanza de un futuro mejor.
Son también resultado de años de “corrupción” en el manejo de los recursos petroleros del país, que además se suman al enojo de los mexicanos por la insensibilidad de la clase política ante los “sueldos inmorales y prestaciones inconcebibles” para la burocracía de un país donde la mayoría de los habitantes sobreviven con una “débil economía”, escribió la iglesia Católica en el semanario dominical Desde la Fe.
“La mala administración de la riqueza petrolera fincó castillos en el aire. Pemex fue caja chica para cobijar estructuras de poder que chuparon los recursos que debían ser aplicados al desarrollo de la industria que dio bonanza. No sólo fue la alta burocracia, sino que al amparo del petróleo creció el poder de los sindicatos con prebendas increíbles, creando líderes intocables y millonarios. Esa riqueza fue dilapidada, desapareció, y ahora millones de contribuyentes son sacrificados para reponer con impuestos lo que se perdió debido a la corrupción e irresponsabilidad”, escribió la Arquidiócesis de México en un duro editorial.
A partir del 1 de enero, los precios de los combustibles se incrementaron entre 14 y 20% en México, según el tipo gasolina en demanda por el consumidor. La acción obedece a la subida de los precios internacionales de las gasolinas y a la decision de liberar el mercado a la oferta y la demanda, insistió el gobierno en días recientes.
Estas alzas en las tarifas de inmediato desató bloqueos de transportistas y de usuarios a varias carreteras federales y también en los principales accesos carreteros de la Ciudad de México. Algunas de las protestas que de origen eran pacíficas escalaron, incluso, a acciones de vandalism y saqueo de comercio a lo largo del país.
Al final del viernes se tenían contabilizados alrededor de 1,500 detenidos en toda la República por actos vandálicos en cerca de 430 comercios. Solo en la capital del país ya se habían enviado al Reclusorio Preventivo Oriente a 25 personas por estos actos, las cuales enfrentarían procesos penales sin derecho a fianza.
“México tendrá un amargo 2017, luego de décadas en las que, debido a la política energética de precios artificiales y subsidios gubernamentales -que representaron cerca del 3% del Producto Interno Bruto- fueron disfrazados los costos reales de los combustibles”, dijo la Arquidiócesis de México.
Tras los desmanes, de los que algunos ya se cobraron demanera confirmada dos vidas en las manifestaciones, el gobierno federal instruyó la creación de programas que apoyen la economía de los más desprotegidos.
“Urge una aplicación responsable de los recursos públicos para cubrir lo que se importa y no se toleren más prestaciones como bonos discrecionales, vales de gasolina o consentir el gasto de consejeros electorales que, para actualizar teléfonos celulares, echarán mano de más de tres millones de pesos. Urge también más sensatez de los responsables de llevar las riendas del país”, añadió al respecto la institución religiosa.
La Arquidiócesis de México insistió en que los aumentos en los precios son resultado de una “mala administración de la riqueza petrolera”, que además tienen “efectos fuertemente recaudatorios”.
Fuente: El Economista