El grupo yihadista Estado Islámico reivindicó este lunes el ataque contra una discoteca de Estambul en el que murieron 39 personas y decenas resultaron heridas, mientras la policía turca seguía buscando al autor de la matanza.
En un comunicado difundido en las redes sociales, el grupo extremista afirmó que el ataque en el club Reina, una exclusiva discoteca situada a orillas del Bósforo, había sido cometido por uno de los «soldados del califato». Entre las víctimas había numerosos extranjeros, la mayoría originarios de países árabes.
Los equipos de la policía antiterrorista de Estambul detuvieron y encerraron a ocho sospechosos de estar vinculados con el ataque, informó la agencia Dogan sin dar más precisiones.
El atentado de Año Nuevo llega en un momento en que Turquía trata de reconquistar la ciudad de Al Bab, bastión del EI en el norte de Siria, donde Ankara lleva a cabo una ofensiva contra los yihadistas. El domingo aviones turcos y rusos llevaron a cabo nuevos bombardeos contra el EI en la zona.
En su comunicado, el grupo yihadista acusa a Turquía, un país de mayoría musulmana, de haberse aliado con los cristianos, en alusión a la incursión del ejército turco desde hace cuatro meses en el norte de Siria para combatir al EI y las milicias kurdas.
Es la primera vez que el grupo extremista reivindica un atentado en Estambul, pero varios ataques contra turistas cometidos en la metrópolis turca ya le habían sido atribuidos por las autoridades.
Las familias de las víctimas extranjeras, más de 20, tenían que recuperar el lunes los cuerpos de sus allegados, fallecidos cuando un hombre irrumpió en la discoteca y abrió fuego contra los cientos de personas que estaban celebrando el Año Nuevo.
Fuente: La Jornada